A lo largo del tiempo, los Papas han ido tomando conocimiento de la actividad y del trabajo apostólico que los Cursillos de Cristiandad han venido desarrollando a lo largo del mundo, y frente a ello se han pronunciado en reiteradas oportunidades.
Pretendemos a continuación hacer una recopilación de las intervenciones que a través del tiempo han tenido los Sumos Pontífices al respecto.
Especial importancia en la vida del Movimiento de Cursillos reviste la primera intervención papal que registramos. En efecto, el 14 de diciembre de 1963, en el XIX Centenario de la llegada de San Pablo a España, el Papa Paulo VIº, en un documento llamado en la terminología vaticana “Breve Pontificio”, “después de madura deliberación y con la plenitud de su autoridad apostólica”, nombrará, constituirá y declarará al Bienaventurado Apóstol Pablo, “celestial Patrono ante Dios de los Cursillos de Cristiandad”. 
El documento, redactado en latín, que comienza con las palabras “Viget salubriter” (“Florece felizmente”), delicadamente caligrafiado sobre pergamino, una vez traducido al castellano, fue publicado en el Nº10 del Boletín del Secretariado Nacional de España, en abril de 1964. Su texto es el siguiente:


PAPA PAULO VIº.-   ROMA, 14.12.1963
BREVE PONTIFICIO PARA PERPETUA MEMORIA
SAN PABLO PATRONO DE LOS CURSILLOS DE CRISTIANDAD 


Paulo VIº

Florece felizmente en España,y en otras partes del mundo, un movimiento apostólico o escuela de espiritualidad cristiana, que tiene por objeto el que los seglares, con ayuda de la gracia divina,cultiven la vida espiritual, conozcan más profundamente a Cristo y su doctrina, acudan con frecuencia a la fuente sobrenatural de los Sacramentos,se preocupen por el bien de los demás y presten su colaboración a los que ejercen el sagrado ministerio. 
Este método de enseñanza cristiana, comúnmente llamado "Cursillos de Cristiandad", que se extiende ya a gran número de fieles, ha producido abundantísimos frutos: renovación cristiana de la vida familiar, de conformidad con la ley divina; vitalización de las parroquias; fiel observancia de los deberes, tanto privados como públicos, según el dictamen de la conciencia.

Todo ello ha llenado de grandísima satisfacción a los obispos y demás pastores de almas.  Y no sería justo pasar por alto que las filas de los que militan bajo las banderas de Cristo en la asociación de la Acción Católica han recibido gozoso incremento con los nuevos elementos que les ha proporcionado este método de formación cristiana, y que muchos de ellos han abrazado el sacerdocio o, abandonando el mundo, se han consagrado a Dios en la vida religiosa.



PAULO VIº.-“Viget salubriter”(Pergamino caligrafiado)

Todos ellos reconocen como modelo que imitar y como protector a quien acudir al Apóstol San Pablo, de cuya venida a España se celebra ahora el decimonono centenario; conmemoración solemne, en la que los cursillistas de Cristiandad han tenido una participación muy destacada.  Por deseo expreso de los cursillistas, en nombre de los obispos y en el suyo propio, nuestro amado hijo Benjamín de Arriba y Castro, cardenal presbítero de la Santa Iglesia Romana, arzobispo de Tarragona, nos ha suplicado que declaremos al Apóstol de las gentes patrono celestial de esta nueva forma de apostolado seglar.

Accediendo muy gustoso a esta petición, previa consulta a la Sagrada Congregación de Ritos, Nos, de ciencia cierta, y después de madura deliberación, con la plenitud de Nuestra autoridad apostólica, en virtud de esas letras y a perpetuidad, nombramos, constituimos y declaramos al bienaventurado Apóstol Pablo "celestial patrono" ante Dios de este apostolado de seglares o método de espiritualidad cristiana conocido con el nombre de "Cursillos de Cristiandad", con todos los honores y privilegios litúrgicos debidos a tal título.  Sin que obste nada en contrario.
Así lo decretamos y disponemos, ordenando que estas letras sean y permanezcan siempre firmes, válidas y eficaces; y produzcan y obtengan plena e íntegramente todos sus efectos, y beneficien ahora y en el futuro a todos aquellos a quienes se refieren o a quienes pudieran referirse, y así debe quedar entendido y definido; 

    
San Pablo

considerándose nulo y sin valor cuanto, consciente o inconscientemente, se intentara en contra de estas letras por parte de cualquier autoridad.
Dado en Roma, junto a San Pedro, bajo el Anillo del Pescador, día 14 de diciembre del año 1963, primero de Nuestro pontificado.
A.G. Cicognani,
Secretario de Estado

Sobre ¿cuándo? y ¿cómo? surgió la idea del patronazgo de San Pablo para los Cursillos, recurramos al relato de uno de los testigos presenciales de ello. Cuenta el Padre Sebastián Gayá:
- “Sinceramente debo confesar que aquellos a los que Dios eligió para iniciar la gran caminata de los Cursillos de Cristiandad, no pensaron, en aquellos días iniciales, que el Movimiento de Cursillos hubiera de contar con un patrono o protector particular, que nos sirviera de intermediario en la Casa del Padre.  El carácter eminentemente cristocéntrico del Cursillo nos relevaba de tal preocupación”.
- “Tal vez no hubiera parecido procedente, en los primeros años de este instrumento de evangelización, suscitado por Dios, ir a la búsqueda de santos intermediarios, cuando el cursillista comenzaba su “Cuarto Día” totalmente centrado en la figura de Cristo, con el que quería mantener una relación directa, inmediata, íntima, personal. Solamente nos permitíamos acudir a la intercesión de la Madre, que ocupaba constantemente, desde los primeros momentos de nuestra inquietud apostólica, un lugar de privilegio en la escala devocional del cursillista. Otra cosa pudiera haber traspasado entonces las fronteras de “lo fundamental cristiano”.
- “Y si se hubiera tenido que proponer a algún Santo Protector, quizás no hubiera figurado San Pablo encabezando en exclusiva la lista de los posibles candidatos. Y no porque no se apreciara que, sobre todo en el ámbito de la evangelización en el que surgía el Movimiento, destacaba la figura señera del Apóstol Pablo, el apasionado evangelizador de los gentiles.  Pero probablemente se hubieran añadido otros nombres que hubieran podido aparecer en “la terna de posibles candidatos”: el de San Juan evangelista, por ejemplo, “el apóstol joven”, “el de la invencible fidelidad”,según rezábamos en aquella “Hora Apostólica”, cuando el Movimiento de Cursillos se circunscribía - diríamos que exclusivamente - a los jóvenes, que tributábamos a San Juan especial memoria en la vigilia de su festividad, dentro del marco de los días navideños. Y no digamos del nombre de Santiago, siendo así que vivíamos de las «rentas» de aquella peregrinación de los “100.000 jóvenes santos a Compostela”, cuya mística sirvió de caldo de cultivo para el nacimiento de Cursillos”.
- “Pero todo ello no trasciende el campo de las hipótesis. La verdad es que no sé que alguien hubiera suscitado la cuestión del patronazgo sobre los Cursillos de Cristiandad. Y no porque no tuviéramos necesidad de todo género de apoyos, pues los primeros pasos y los segundos y los terceros no estuvieron exentos de dificultades, que hacían que asomara siempre la cizaña en el trigal del campo del Padre.  Pero ello, en definitiva, venía a ser el refrendo evangélico de las obras de Dios”
- “Habían transcurrido más de diez años desde la aparición de los Cursillos. EI Movimiento se había extendido ya a casi todas las diócesis de la Iglesia de España, a casi todos los países de América y, con menor rapidez, a distintas partes de Europa. Los Cursillos habían alcanzado rutas insospechadas. A principios de la década de los sesenta, empezaron a crearse los Secretariados Nacionales: primero en México, luego en Venezuela, y, poco después, en España.
- “Fue la llamada Conferencia de los Reverendísimos Metropolitanos, antecedente inmediato de la Conferencia Episcopal Española la que previo el beneplácito y aplauso de la Santa Sede, instituyó, con fecha de 12 de junio de 1962, el Secretariado Nacional de Cursillos de Cristiandad en España, para “evitar los peligros de desviación” y “dar normas y orientaciones, sin menoscabo alguno de la autoridad de los Obispos”. En el mismo documento de constitución del Secretariado, se nombraba a Mons.Hervás Director del mismo. Quien suscribe estas líneas sería designado, por Mons.Hervás, Vice-Director ejecutivo”.
- “Una de las primeras tareas que abordó el recién creado Secretariado Nacional - amén de la celebración de unas Convivencias Nacionales para Consiliarios en el Valle de los Caídos y de otras para dirigentes seglares en Burgos - fue la organización de la primera Ultreya Nacional, que se celebró en Tarragona el 7 de julio de 1963, al año de la constitución del Secretariado”.
- “¿Por qué fue elegida la ciudad de Tarragona?  Motivos había, suficientemente válidos. En primer lugar, aquel de 1963 era año jubilar, en el que la Iglesia de España y de forma especialísima la de Tarragona conmemoraba el XIX Centenario de la venida de San Pablo a esta cristiandad, que, por esa razón, defiende su título de Primada. En segundo lugar, porque, presidiendo la Iglesia de Tarragona, como Arzobispo, estaba el Cardenal D. Benjamín de Arriba y Castro, a quien Monseñor Hervás, en aquella Ultreya Nacional, con una deferencia y una delicadeza muy propia de él, llamaría “el Cardenal de San Pablo y el Padre de los Cursillos de Cristiandad”.  Había que agradecer, de alguna forma, al Cardenal el que, en los tiempos de incomprensión y de abierta hostilidad hacia Cursillos, se hubiera adelantado a defenderlos, a golpes de báculo y mitra, “por los frutos espirituales” que él mismo había podido detectar en personas que habían vivido la experiencia y el gozo de un Cursillo. El tercer motivo de la elección de Tarragona para sede de la Ultreya Nacional estribaba en el nutrido núcleo y la fuerza de los cursillistas de aquella diócesis, una de las primeras en notar el impacto producido por Cursillos”.
- “La Ultreya Nacional se celebró bajo la presidencia del Cardenal y el aliento de Monseñor Hervás que, años atrás, en 1955,había sido trasladado, como obispo, desde Mallorca a Ciudad Real.  Uno y otro hablaron en el acto con que se clausuró aquella Ultreya”.
- “En su alocución de clausura Monseñor Hervás afirmó así: “Se había dicho, por labios muy autorizados (los de Monseñor Riberi, Nuncio Apostólico en España) que, si San Pablo viviera en nuestros tiempos, se hubiera hecho cursillista.  Nos parece demasiado honor; es un corazón muy bondadoso el que tal frase ha construido. Yo diría, más bien, humildemente, que, si San Pablo, resucitado, volviera a pisar tierras de España para predicar el Evangelio de Cristo, sus seguidores más entusiastas serían los cursillistas de Cristiandad”.
- “Y la cosa no termina aquí. D. Juan Hervás, abriendo su corazón al agradecimiento y a la esperanza, proseguía diciendo: “Por eso, desearíamos que se nos concediera, por la autoridad competente, el patronazgo de San Pablo sobre los Cursillos de Cristiandad: patronazgo celestial, ilusionadamente deseado por quien tanto los ha patrocinado, defendido y amado: el Eminentísimo Sr.  Cardenal de Arriba y Castro”.
- “¿Se quedaría así la cosa?  No. Una vez acallados los aplausos con que los cursillistas acogieron las palabras del Obispo, habló el Cardenal.  Había expectación por escucharle. No sólo por la autoridad de su rango y por la referencia que de él acababa de hacer Mons.  Hervás, sino también por su decidida intervención a favor del Movimiento, en distintos Dicasterios de Roma y ante el mismísimo Santo Padre”.
- “El Cardenal, en su discurso a la Ultreya, aludió al deseo que acababa de manifestar el Obispo Director del Secretariado Nacional sobre la designación de San Pablo como Patrono del Movimiento. Y levantó el velo de lo que, hasta aquel momento, había sido un secreto guardado celosamente. Las gestiones en este sentido se habían iniciado ya. En una audiencia privada que Pablo VI había concedido al Cardenal, ésta había comentado al Papa las maravillas que el Señor iba obrando en todo el mundo a través de los Cursillos de Cristiandad, y el anhelo de poner al frente de la empresa al Apóstol de las gentes”.
- “El Santo Padre había escuchado al Cardenal benévolamente, complacidamente, y le había encargado que redactara oficialmente Ia petición, siguiendo los trámites propios del caso.  El proceso estaba, pues, en marcha, y bajo magníficos augurios, pues contaba con el beneplácito de Pablo VI.  El Cardenal fue, en definitiva, el valioso instrumento del que Dios se sirvió para lograr sobre Cursillos el patronazgo de San Pablo”.
- “No tuvo que violentarse el Cardenal para la consecución de este propósito. Estaba encandilado con la figura del Apóstol, recrecida con las conmemoraciones del XIX Centenario de su llegada a Tarragona, y con la idea de que los Cursillos eran para el mundo moderno, lo que había sido para Pablo su camino de Damasco”.
- “La comparación se la había sugerido al Cardenal un obrero de la HOAC, que acababa de vivir su Cursillo. “Yo también conozco los Cursillos – decía el obrero al Cardenal – “en un Cursillo quedó encauzada toda mi vida. Pero debo confesar que no fueron precisamente las palabras de los hombres las que realizaron el cambio en mí. Lo que me hizo cambiar fue aquella décima de segundo en que sentí un vuelco en el alma”. – “¿Quién eres, Señor?”, pregunté – “Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues”. Yo no tuve más que decir: “Señor, ¿qué quieres que haga?”
- “Aquella escena, rememorando la conversión de San Pablo, se quedó grabada en la retina de los ojos del Cardenal. Pensaría que poco había de valer él, si no lograba de Pablo VI la proclamación de San Pablo como protector de aquellos que en Cursillos habían tenido - y seguirán teniendo - su nuevo camino de Damasco. “Pablo, el primer converso de Damasco - terminaba diciendo el Cardenal, será el centro de todo interés, de todo amor, de todo afán, de toda la vida del cursillista. A la luz de Cristo resolverá todos los problemas, y, por su gracia, nacerá en su alma el ansia de extender el Reino hasta los últimos confines de la tierra”.
- “Cinco meses después, “en Roma,junto a San Pedro, bajo el anillo del Pescador”, día 14 de diciembre de 1963, en el XIX Centenario de la venida de San Pablo a España, Paulo VIº, “después de madura deliberación y con la plenitud de su autoridad apostólica”, firmaba: “Nombramos, constituimos y declaramos al Bienaventurado Apóstol Pablo, celestial Patrono ante Dios de los Cursillos de Cristiandad”.
- “El documento en que el Papa hacía tal designación tardó algunos meses en llegar a España. Traducido al castellano, fue publicado en el número 10 del Boletín del Secretariado Nacional, correspondiente al mes de abril de 1964 y hoy, encuadrado en bello marco dorado, honra el despacho del Presidente del Secretariado Nacional”.
- “Fue al final de la Convivencia Nacional de Consiliarios Diocesanos de Cursillos, celebrada desde el 31 de marzo al 3 de abril de 1964, cuando Monseñor Antonio Riberi, entonces Nuncio de su Santidad en España, dio la noticia de la designación del patronazgo de San Pablo. Participaban en la Convivencia 96 sacerdotes, pertenecientes a 54 diócesis españolas, junto a otros llegados, para aquella ocasión, desde México, Estados Unidos, Paraguay, Guatemala, Portugal y Tánger.  Allí fue entregado el pergamino a Monseñor Hervás, en su calidad de Obispo Director del Secretariado Nacional de España”.
- “Pareció que Mons. Riberi, que conocía los Cursillos antes de llegar a España, cuando era nuncio Apostólico en Irlanda, perdía el empaque de su alta condición diplomática, para decir en aquella asamblea: “De San Pablo hemos dicho familiarmente alguna vez que, si viviera en nuestro tiempo, hubiera sido cursillista. También hemos oído decir que San Pablo es el prototipo del verdadero y auténtico cursillista.  Con ello se ha querido significar que, en la egregia figura de San Pablo, encontrarán los que han practicado los Cursillos de Cristiandad, el modelo de vida, de acción y de espiritualidad, que necesitan para mantenerse y progresar en el camino que emprendieron en los días hermosos del Cursillo” (Boletín “Cursillos de Cristiandad”, abril de 1964)”.
- “Habían pasado los años de incomprensión, cuando los Cursillos de Cristiandad eran tachados por algunos heterodoxos, y hasta eran puestos en tela de juicio en algunas altas instancias de la Iglesia.  Ahora, con la promulgación del patronazgo de San Pablo - afirmaba el entonces Obispo de Cádiz -, se daba “el mejor espaldarazo a una obra tan discutida, pero que al fin recibe el mejor beneplácito del Vicario de Cristo”.
- “Pronto se cumplirán treinta y dos años de aquel acontecimiento.  Cuando el Nuncio, Mons.  Riberi, procedía a la entrega del Breve del Papa en la asamblea a que antes he hecho mención, «como augurio de nuevas bendiciones sobre este Movimiento providencial», cerraba  sus palabras con esta sencillísima invocación: “San Pablo Apóstol, Patrono de los Cursillos, rogad por nosotros”.
- “Mons.Hervás no desperdició la ocasión para recomendar que todas nuestras reuniones finalizaran con aquella sencillísima oración, con la que actualizamos no sólo la confianza en la intercesión de nuestro Abogado y Protector ante Dios, sino que evocamos también aquella efeméride de la proclamación del Apóstol como intermediario de nuestras pobrezas y nuestras necesidades ante Dios, rico en misericordia”.
- “Antaño, al redactar la reseña de aquellas horas, en calidad de Director del Boletín, en tono de agradecimiento y con el alma abierta a la esperanza, terminaba la crónica -y termino hoy la conmemoración- con este pensamiento: con el patronazgo de San Pablo, “no nos acordábamos de los sinsabores y las vigilias de tantos días; nos sentíamos recompensados con creces”.
(P.SEBASTIAN GAYA.- Revista KERYGMA, Secretariado Nacional de España.- Nº66.- Marzo-Abril 1996.- Pags.21 a 25.-)
Una segunda intervención papal la tendremos con motivo de la 1ª ULTREYA MUNDIAL que se llevará a cabo, como lo señalamos en el capítulo sobre LOS CURSILLOS EN EL MUNDO, en Roma el 28 de Mayo de 1966. Ella se ha constituido sin lugar a dudas, hasta nuestros días, en verdadero un jalón histórico
Sus palabras en esa oportunidad que han hecho historia en la historia de los Cursillos, canonizaron en cierto sentido muchas expresiones del léxico del Movimiento de Cursillos: el "estilo de los Cursillos"; "lo fundamental cristiano"; "los vivos colores de la Gracia"; "los que pisan fuerte en la vida"; "el sentido peregrinante de los Cursillos"; su entronque con el "cristianismo primitivo"; "la conciencia de ser Iglesia", el júbilo y la riqueza de "la vocación cristiana" en virtud del "compromiso solemne del Bautismo"; "el encuentro y amistad personal con Dios y en la comunión con los hermanos" ... Y tantas y tantas expresiones que se han tranformado en  claves y estímulos, espaldarazos y compromiso.
Por el valor que tuvo y que tiene, y por la trascendencia y profetismo que ha tenido en el tiempo, reproducimos a continuación ese Mensaje del Papa Paulo VIº:


CURSILLOS DE CRISTIANDAD
1ª ULTREYA MUNDIAL
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA PAULO VIº
ROMA, 28.05.1966

Cursillistas de Cristiandad, Hermanos e Hijos amadísimos: Gran alegría y consuelo sentimos en estos momentos al poder alargar nuestra presencia espiritual por medio de estas palabras y hasta esa Ciudad de México, tan querida y amada, hoy convertida en escenario ante el mundo de un acontecimiento especial: la Segunda Ultreya Mundial de los Cursillos de Cristiandad.  Habéis llegado por todos los caminos, fieles a una concepción peregrinante de vuestro estilo ascético, para celebrar bajo la luz del Espíritu y el sabio consejo de vuestros Pastores, un encuentro fraternal de estudio y oración.


   Paulo VIº

No es la primera vez que nos dirigimos a vosotros. Permitidnos recordar las voces de otro encuentro, en el Vaticano, cuyos ecos resuenan todavía con la misma firmeza y emoción que supisteis dar a las promesas de ser apóstoles, dar testimonio de la belleza de la Iglesia, realizar el programa del Concilio. Quisiéramos también ahora confortamos con nuestras palabras - breves y sencillas - pero dictadas por el amor.
Escrutando las inquietudes del mundo que vosotros queréis llevar a Cristo se observa un hecho real: el interés de las nuevas generaciones por los ideales sanos y puros, por los hombres que los encarnaron. ¿Podemos los cristianos, con justa esperanza, mirar estos síntomas con espíritu de fe para acomodar nuestro mensaje a las realidades consoladoras que se nos anuncian?  La respuesta es gratamente afirmativa y la misión del cristiano será perseverar en el empeño de conciliar la actividad de apostolado con una nueva situación que exige soluciones precisas y justas, verdaderas y cabales.
En esta tarea, el apóstol debe encontrar una afirmación vital que nazca de su experiencia propia, de los ideales más familiares y cercanos al fondo de su vida cristiana. Y ¿cuál es el ideal más cercano, más familiar para un cristiano?  La respuesta sólo es una: Cristo.
El es el Hijo de Dios que se hace Hombre entre los hombres; lo encontramos, sobre todo, al lado de los que sufren, de los niños, de los pobres para ofrecerles la salud, el reino de los cielos, la gran riqueza de poseer a Dios; lo vemos caminar cañadas y subir repechos diciendo a los que le siguen: "Yo soy el Camino de la Verdad y la Vida" (Jn.14,6). La gente, deslumbrada, le llama "Salvador", "Maestro", "Señor". Jesús de Nazaret es fascinante y su figura ha quedado en los evangelios como ideal del hombre perfecto. Seguir sus pasos es un caminar por el mundo haciendo el bien.
Los cristianos han de acelerar los tiempos de la conformación del hombre actual al modelo de Cristo con un impulso y estilo peculiar. ¿Qué fuerza les impele a ello? La fuerza de su vida interior alimentada por la participación en los sacramentos de la Iglesia, especialmente en la Eucaristía. Tenéis que presentar al mundo el rostro de un modelo fiel, la inmensa simpatía de un ideal sublime y excelso. Esta es una tarea que debéis emprender a partir de vuestra amistad con Jesús, de vuestro conocimiento de El, de vuestra configuración cristiana. Lo sabéis muy bien vosotros, Cursillistas de Cristiandad que hicisteis de Cristo el Amigo, el Maestro, el Señor.
Vuestra vida comienza así una nueva etapa: la del testimonio. Es lícito preguntarse: ¿hacia dónde dirigir las energías, las actividades de apostolado?. No será difícil encontrar los campos para vuestros generosos deseos. Os recordaremos especialmente al del amor en la familia, la santificación del hogar cristiano que constituye el núcleo de vida más amable y más cercano.
Llevad también el cristianismo, a manos llenas, al ambiente profesional de vuestro trabajo. Una forma auténtica de testimonio cristiano es el compromiso concreto, sostenido por la gracia y en colaboración con todos los hombres de buena voluntad y dispuestos a la edificación de una sociedad en la que sea posible la verdadera promoción humana en la aplicación de la justicia social y en el respeto de la dignidad y libertades fundamentales de todos.
Junto con vuestros Pastores estudiad los caminos aptos para la difusión del Evangelio.  Pero, sobre todo, sed hijos fieles de la Iglesia.  El mundo busca unidad de pensamiento, de soluciones, de doctrina, de ideales.  Permaneced siempre con la Iglesia, leales a sus orientaciones, seguros de que así la proyección de vuestra vida cristiana tendrá no sólo unidad sino también los signos claros y atrayentes de la autenticidad y la eficacia.

 

¡Animo, Cursillistas!  
Peregrinad los caminos del mundo llevando en vuestro rostro, con firmeza y serenidad, el sello divino de la gracia. Que florezca en todo el mundo, con mil colores, vuestra amistad con Cristo. Que la Virgen de Guadalupe y San Pablo Apóstol, que Nos mismo hemos declarado vuestro celestial Patrono, os ayuden a vivir siempre estos ideales cristianos.  

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Paulo VIº

Con estos deseos y en prenda de abundantes gracias del cielo recibid, señor cardenal de la Ciudad de México, venerables hermanos en el Episcopado, queridos sacerdotes y cursillistas asistentes a la Segunda Ultreya Mundial una especial bendición apostólica que muy de corazón extendemos a vuestros familiares y compañeros.
(L'Osservatore Romano.- 31 Mayo 1970)

El último documento que registramos de Paulo VIº relacionado con los Cursillos, será una carta  que le dirigirá a Mons. Hervás al dejar este el Obispado de Ciudad Real:

CURSILLOS DE CRISTIANDAD
FACSIMIL DE CARTA AUTOGRAFA ENVIADA POR S.S. PAULO VIº A  
MONS. HERVAS,CON MOTIVO DE SU RENUNCIA POR ENFERMEDAD
COMO OBISPO DE CIUDAD REAL.- VATICANO 14 DE OCTUBRE 1976

A Juan Pablo II no le correspondió ser testigo presencial de ninguna Ultreya Mundial. Sin embargo, su preocupación y su complacencia con la labor que los Cursillos desarrollan ha querido ponerla de manifiesto en más de una oportunidad, ya sea recibiendo en audiencias y entregando su palabra a Dirigentes del Movimiento, ya haciendo llegar su Mensaje en acontecimientos importantes del Movimiento. 
 ·                Es así como con motivo de la celebración de las Bodas de Oro Sacerdotales de Monseñor Juan Hervás y Benet, quién, en lo que había significado una verdadera fiesta para el pueblo de Puzol, había sido ordenado sacerdote el 16 de Junio de 1929 y cantado su Primera Misa el 24 de ese mismo mes, S.S. Juan Pablo IIº quiso hacerle llegar su saludo, su gratitud y su reconocimiento.
Este Pastor, que muy pronto - con sólo treinta y ocho años de edad – había sido convocado a la plenitud de su sacerdocio, siendo designado Obispo Auxiliar de Valencia, Obispo Coadjutor primero y después Residencial de Mallorca y Obispo de Ciudad Real, y que tendría una brillante participación en el Concilio Vaticano lIº, con prolijas intervenciones, notables por su ponderación y su amor a la Iglesia, merecía en la celebración de estos cincuenta años de entrega, este regalo del Pontífice.
En mayo de 1979, en una nota, en la cual reconoce que su nombre se perpetuará, sobre todo, como Obispo Promotor de los Cursillos de Cristiandad, Cursillos, a los nutrió con su doctrina, defendió con su arrojo, alentó con su apoyo, difundió con sus escritos y por los que también mucho sufrió, el Santo Padre le señala: 

 

Al venerable Hermano
JUAN HERVAS Y BENET,
Obispo Títular de Alinda
Prelado Dimisionario de Ciudad Real
Venerable Hermano:
Síendo inminente la fecha íntimamente gozosa de tu jubileo sacerdotal, también yo deseo expresarse mis felicitaciones, deseos y augurios, con los que quede de manifiesto mi afecto hacía tí. Pues, al considerar a todos los Obispos como hermanos, apóstoles de las Iglesias y gloria de Cristo (cfr. 2ªCor,8,28), según la mente de San Pablo, es muy conveniente que, al menos a través de estas letras, comparta tu gozo y contigo dé gracias a Dios, de quien procede - todo bien y toda dádiva perfecta - (Jac,1,17).
Hace cincuenta años que fuiste llamado a los más excelsos honores de esta tierra y a las responsabilidades más graves; fuiste revestido de la dignidad sacerdotal y después elevado, por la consagración episcopal, a la plenitud del sacerdocio. Nos consta con qué celo, por la gloria de Dios y por el bien de las almas, has trabajado durante toda tu vida, y de qué manera has ejercido los cargos que te fueron confiados junto con el orden presbiteral.
La Iglesia mallorquina primero te tuvo como Obispo bueno y fiel, pastor entregado a la grey, solícito por las necesidades de los fieles y por el bien de las almas. Cuando más adelante, en el año 1955, te fue confiado el gobierno de la Prelatura de Ciudad Real, idéntico celo sacerdotal, nacido de una fe solidísima y de tu fidelidad a la Cabeza visible de la Iglesia, te impelió a mirar por el bien pastoral de la nueva comunidad, con excelentes iniciativas. Entre otras cosas, creaste nuevas parroquias, cuidaste de la restauración del templo catedral.
Destacó, sin embargo, tu celo de pastor en el cuidado especial para promover eficazmente la formación religiosa, principalmente por medio de los Cursillos de Cristiandad, que tú promoviste y cuidaste que se difundieran en la América Latina.
Muchas otras iniciativas llevaste a efecto para una acertada renovación de la Liturgia sagrada, y dedicaste esfuerzos infatigables a la catequesis y a la formación de los adultos, valiéndose de fieles seglares, que asociaste eficazmente a tu trabajo, en el cultivo de la viña del Señor.
Tienes, pues, motivos de alegría, Venerable Hermano, y de dar muchas gracias al Dador de todo bien, por la abundante cosecha de frutos espirituales que El te ha concedido recoger.
Que la Virgen María, madre fecunda de los Apóstoles y de los Obispos, te sonría siempre, y te alcance abundantes dones del cielo para ti y para todos los que contigo celebren esta fiesta natalicia de tu sacerdocio.
Estos ardientes deseos, que de todo corazón te hemos manifestado, se ven confirmados por la Bendición Apostólica que con gran amor te impartimos.
Ciudad del Vaticano, 26 de mayo de 1979, primero de nuestro Pontificado.
Juan Pablo II, Papa

 


El 17 de abril de 1980 marcaría un hito importante en la marcha del Movimiento de Cursillos. Ese día el Santo Padre va a recibir en audiencia privada, en representación del Movimiento, a Monseñor Hugo Polanco, Arzobispo Consiliario de la Oficina Latinoamericana de Cursillos, a Monseñor José Capmany, Obispo Consiliario del Secretariado Nacional de España y del Grupo Europeo de Trabajo, a Andrés Dauajhre, Presidente del Secretariado Nacional de la República Dominicana y de la Oficina Latinoamericana, a Antonio Illana, Vicepresidente del Secretariado Nacional de España y del Grupo Europeo, y a el P. Diego Bona y Nestore Zuccari, Consiliario y Presidente, respectivamente, del Secretariado Diocesano de Roma. La audiencia que duraría alrededor de treinta minutos, se desarrolló en un ambiente de insólita e inexpresable cordialidad.
- "Cursillos, Cursillos, curso pequeño, vivencia fuerte"... 
Con estas frases inició el encuentro Juan Pablo lI, demostrando que el Movimiento no le era desconocido.
 En unas palabras iniciales, Monseñor Capmany ofrecerá al Papa unos libros -"Cursillos de Cristiandad, instrumento de renovación cristiana", "Ideas Fundamentales", "Para caminar en Cursillos de Cristiandad",- y un álbum de fotografías, a través de las cuales se puede entretejer la historia de Cursillos. Juan Pablo IIº fue hojeando el álbum, comentando algunas de sus frases.
 Poco a poco el Papa se iría interesando por la marcha del Movimiento, dialogando con cada uno de los participantes. Preguntó por el grado y porcentaje de perseverancia, frente a lo cual Monseñor Polanco le indicó que, al no ser Cursillos una asociación, resultaba difícil dar cabal respuesta a la pregunta, si bien estimaba que, al menos en ciertos lugares, era alta la cota de los que permanecían fieles a sus compromisos.
En un momento de la audiencia, el Santo Padre, movido seguramente por la descripción que acababa de recibir, no sólo de América y Europa, sino también de los diez países asiáticos en los que el Movimiento va proclamando su función de evangelización, preguntó a boca de jarro: 
-"¿Que puedo hacer por cursillos?".
 Oportunidad que no dejó pasar el P. Bona, Consiliario del Movimiento en Roma, para invitarlo para que el 30 de abril de 1980, se dirigiera a los Cursillistas que, con motivo de la 1ª Ultreya Nacional de Italia, se reunirían en la Plaza de San Pedro, a la hora de la Audiencia General. Asimismo Andrés Dauajhre, Presidente de la Oficina Latinoamericana, se introdujo en el diálogo para informar al Vicario de Cristo que, en junio de ese año, Santo Domingo, República Dominicana serviría de marco para la celebración del Vº Encuentro Latinoamericano de Dirigentes de Cursillos. Juan Pablo iba tomando nota con un lápiz rojo y azul. Y, sin dudarlo, adquiría el compromiso de saludar a la Uitreya de Italia y de llegar, con un mensaje, hasta el Encuentro de Santo Domingo.
Al saber, en el decurso de la audiencia y por directas preguntas suyas, que los Cursillos no habían llegado todavía a ciertos países de Europa, Juan Pablo IIº formuló categóricamente este encargo:
  -"Llevad los Cursillos a Francia y a Polonia". 
 La petición no cayó en saco roto y en aquellos mismos días se iniciaron en Roma las primeras gestiones y contactos, estudiándose la estrategia a seguir para lograr que Polonia y Francia puedan experimentar, en plazo rápido, la llamada de Dios que conlleva el Movimiento de Cursillos.
A los nervios propios del momento, sucedió, por obra y gracia de la cordialidad y de la sencillez del Papa, una corriente de familiaridad, que pronto hizo olvidar a los participantes en tan feliz encuentro, que estaban ante el Conductor y Maestro de toda la Iglesia, ante el líder seguramente más destacado de la actualidad mundial, ante el Padre que alienta, que anima, que se interesa por los problemas de todos.
Para ellos la figura del Santo Padre se ensanchó aún más, si ello es posible, al constatar que por encima de las estrecheces de su tiempo y de la multiplicidad de  
Para el Movimiento de Cursillos estas, del 17 de abril de 1980, han sido una de sus horas más profundas y más esperanzadoras. El corazón del Padre había sintonizado con el nuestro, y los representantes de los distintos Continentes se dispersaron en un clima de profundo compromiso.
·                Una nueva intervención de Juan Pablo II a los Cursillos de Cristiandad la registramos con motivo de la 2ª Ultreya Nacional de Italia:


CURSILLOS DE CRISTIANDAD
2ª ULTREYA NACIONAL ITALIA 
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO IIº
ROMA, 20.04.1985

Muy queridos hermanos y hermanas, que estáis tornando parte en la Segunda Uitreya italiana de "Cursillos de Cristiandad".
Me produce especial alegría este encuentro con vosotros, aquí en la Basílica Vaticana, donde se ha celebrado la Santa Misa con vosotros y para vosotros.  En ella habéis hecho profesión de fidelidad al Papa con la intensidad y entusiasmo, con que ahora me expresáis vuestra adhesión y vuestro afecto.
En este encuentro, junto a la tumba de San Pedro, se concentra la historia de vuestro Movimiento, pues con él se consolidan la fe en Cristo Jesús y en su Evangelio, el amor y adhesión a la Iglesia y la pasión por el hombre

A todos os saludo con suma cordialidad.  Dedico una palabra especial al señor Cardenal Eduardo Pironio, y os animo en vuestro empeño de ir siempre "más adelante" – Ultreya -, cual verdaderos servidores del Evangelio, hacia el hombre, hacia todo hombre.
Mi aprecio a vuestro Movimiento procede, ante todo, de saber que, con su pedagogía peculiar, acerca a Dios, fomentando en sus miembros, individual y comunitariamente, una relación firme y concreta con Cristo Señor y un "primer anuncio", que permite comenzar una experiencia de vida cristiana madura.
En segundo lugar, de la constatación de vuestro propósito de vivir el Bautismo auténtica y constantemente, en plena unión con la Iglesia y su Magisterio, preocupándoos por ser levadura evangélica donde vivís y trabajáis.
Partiendo de aquí, mi aprecio se transforma en exhortación, a fin de que, cada vez más, seais agentes de evangelización.
CAMBIO INTERIOR.-
Para ser evangelizadores auténticos, es preciso aprender a estar ante Dios; es necesario educar la mente y el corazón para mirar a Cristo, dirigiéndose a El con afecto, amándolo, porque sólo si conseguís que Cristo sea la meta constante de vuestra vida, podréis animar cada vez más al mundo con su Espíritu.
Evangelizar es anunciar la tamilíarídad que tiene Dios con el hombre en Cristo, de la cual se ha tenido experiencia: "La Vida se ha manifestado, y nosotros hemos visto y testificamos y os anunciamos la vida eterna, que estaba en el Padre y se nos manifestó" (1ªJn.1,2). Por consiguiente, evangelizar es llevar la Buena Noticia de Cristo "a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad... Pero no hay humanidad nueva si no hay en primer lugar hombres nuevos, con la novedad del Bautismo y de la vida según el Evangelio.  La finalidad de la evangelización es, por consiguiente, este cambio interior" ("Evangelii Nuntiandi", 18).
Evangelizar es persuadir a la conversión, que con la fuerza del Evangelio cambia "los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de Interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad, que están en contraste con la palabra de Dios y con el designio de salvación".("Evangelii Nuntiandi", 19).
Convertirse quiere decir aceptar plenamente el abrazo entrañable y exigente de Uno más grande que nosotros, cuya fidelidad y misericordia son infinitas.
La persona que nace a la fe, sigue siendo siempre un ser herido en la inteligencia y la voluntad.  Con la renovación de la conciencia y la vida, la conversión y penitencia permiten así reparar las fracturas, cicatrizar las heridas e instaurar la unidad esencial en todos los niveles. "Convertirse es cambiar la vida en coherencia con el cambio de corazón" ("Reconciliatio et paenitentia", 4).
Anunciar la conversión significa llevar al mundo el perdón de Dios, el misterio de piedad que es Cristo, el "si" misericordioso del Padre al hijo que vuelve a casa, seguro del amor gratuito, al cual confiarse.  Es construir una realidad humana nueva, teniendo a Cristo como impronta, como sigilo indestructible de una vida enraizada en Dios y, por lo mismo, llena de significado.
Convertirse es mensurar el propio ser y el propio actuar desde la altura de Dios, desde su abrazo misericordioso, seguros de que "quien comenzó la buena obra, la llevará a cabo" (Fil.1,6).
PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO.-
Los "Cursillos de Cristiandad" son también instrumento, suscitado por Dios, para anunciar el Evangelio en nuestro tiempo, para que los hombres se conviertan a Cristo, para que se salven las almas y para que sobre la tierra haya paz en la verdad y la caridad.
Pero indudablemente vuestro Movimiento tiene características peculiares que lo hacen realmente eficaz sólo si se realizan y se viven totalmente.
Recordando un elemento fundamental del programa formativo de los "Cursillos", podemos decir que Jesús Redentor mira a la humanidad de tres maneras diferentes.  Por una parte, está la mirada de Jesús al joven rico (Mc.10,17-22) para llamarlo a una vida de fervor más intenso y de total entrega a la verdad y al testimonio; está también la mirada de Jesús a las multitudes "fatigadas y decaídas como ovejas sin pastor" (Mt,9,36), para invitarlas a la oración pidiendo "obreros" generosos para la mies de Dios; y está, por último, la mirada de Jesús a Pedro tras la negación (Lc.22,68), para reprenderle por su cobardía y animarle al dolor y a la confianza.
Pues bien, esta humanidad representada en los sucesos descritos en el Evangelio, se asoma cada día a vuestras ansias apostólicas: están los alejados de la verdad y de la gracia, que viven en el error o en el pecado; están los inquietos e inseguros, que buscan con afán el significado de su existencia y el fundamento del universo entero; están los tibios e indiferentes que, cansados y desalentados, recorren el camino de la vida sin problemas ni interrogantes trascendentales.  

PARA SER FERMENTO EN LOS AMBIENTES.-
Pues vosotros, que pertenecéis a los "Cursillos de Cristiandad", debéis ser precisamente fermento en los diversos ambientes de la sociedad moderna para conseguir que el hombre de hoy se encuentre con la mirada de Cristo Salvador.  Se trata de una tarea maravillosa y formidable, un ideal grandioso que exige empeño generoso, en orden a aprovechar la posibilidad de formación espiritual que ponen a vuestra disposición los Cursillos; sólo si os preocupáis cuidadosamente de vuestra formación, seréis verdaderamente capaces de evangelizar el ambiente en que vivís con el testimonio coherente cae vida cristiana en la familia, el matrimonio, el trabajo, la escuela, según el espíritu de la “profesión de fidelidad al Papa", que habéis proclamado, y que abarca un programa serio y completo de vida cristiana.

Poneos, pues, al servicio de las parroquias y de las diócesis, sea para catequesis de niños y adultos o para la animación de actividades varias en consultorios, tareas sociales y civiles, voluntariado, cuidado de los pobres y de las personas que sufren.
Cristo cuenta con vosotros y vosotros podéis contar con su gracia.
Por consiguiente, os exhorto a no conformaros con la mentalidad de este siglo, sino a transformaros renovando vuestra mente para discernir así la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable a El y perfecto (Cf.Rom.12,2), y ruego por vosotros a la Virgen María para que os ayude a estar abiertos como Ella a la iniciativa de Dios en vuestra vida y ser testigos de su amor.
Pidiendo para vosotros y cuantos representáis la abundancia de dones, os bendigo de corazón.


Probablemente existan, al menos globalmente, algunos precedentes en el sentido de que  tanto en el pontificado de Juan Pablo IIº, como en los de Paulo VIº, Juan XXIII y Pio XII,  los Papas hallan orado por el éxito espiritual y apostólico de los Cursillos, dentro de la intención general de los Movimientos y Asociaciones de la Iglesia, ya que sobre sus hombros y su corazón gravita la solicitud por todas los iglesias y, consecuentemente, por todas sus instituciones, actividades y proyectos.
 ·                Pero tenemos antecedentes concretos que con ocasión del  Cursillo de Hombres Nº 406 de Madrid celebrado entre el 14 y el  17 de abril de 1988 los responsables de este movieron los hilos precisos para conseguir que llegara al conocimiento del Santo Padre la celebración de su Cursillo y para que aquél interviniera en la "palanca" o "intendencia" del mismo.
 Imaginamos cual sería la sorpresa, la satisfacción y consuelo de todos, cuando el Santo Padre,  hizo llegar al Cursillo, a través de Monseñor Agustín García Gasco, Obispo Auxiliar de Madrid, hoy Secretario de la Conferencia Episcopal Española, el siguiente telegrama, que fue leído en la Clausura:


 Ese mismo año 1988 Juan Pablo IIº, con motivo de la celebración de los 25 años del Movimiento en Chile, hará llegar a la 3ª Ultreya Nacional, celebrada con motivo de este acontecimiento el siguiente telegrama, cuyo facsimil reproducimos:


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La siguiente oportunidad en que Juan Pablo IIº se va a dirigir a los cursillistas y que tenemos registrada es con motivo de la 3ª Ultreya Nacional de Italia:

CURSILLOS DE CRISTIANDAD
3ª ULTREYA NACIONAL ITALIA 
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO IIº
ROMA, 24.11.1990

1.- Con gran alegría os acojo a todos vosotros, queridísimos hermanos y hermanas, venidos a Roma para participar en la Tercera Ultreya Nacional de los Cursillos de Cristiandad. Saludo a mis venerados hermanos en el episcopado aquí presentes; saludo a los coordinadores diocesanos, a los responsables territoriales y a los miembros del grupo de trabajo interdiocesano, que constituyen las “estructuras de comunión” de vuestro movimiento.
Os abrazo con efecto a cada uno de vosotros, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que ofrecéis vuestra contribución a la evangelización, poniendoos al servicio de la pastoral diocesana.

   

Habéis deseado ardientemente que los trabajos de esta jornada previeran el encuentro con el Sucesor de Pedro, para afirmar una vez más vuestra voluntad firme de servir a la Iglesia acogiendo toda directiva del Magisterio y conformándoos a sus orientaciones pastorales. En efecto, tenéis el compromiso de permanecer siempre en sintonía y obrar en estrecha unión con la comunidad eclesial.  Tenéis la misión especial de evangelizar a la sociedad, cuidando la formación de las conciencias y penetrando los ambientes en los que vivís con el espíritu evangélico.
SEGUIMIENTO EXIGENTE DE CRISTO.-
2.- El término Ultreya, tan familiar para vosotros, remite a la imagen sugestiva de la vida cristiana como itinerario de conversión interior y como peregrinación espiritual. Subraya que nuestra existencia de creyentes es el seguimiento exigente de Cristo, quien nos pide que vayamos siempre más allá de nuestros proyectos y aspiraciones; Jesús nos invita a negarnos a nosotros mismos, a tomar la cruz y a seguirle (cfr.Mt. 16,24).  Sólo así nos convertimos en hombres “nuevos", fermento vivo de un mundo renovado.
La humanidad tiene necesidad de apóstoles del Evangelio. De apóstoles que no antepongan nada a la fidelidad a Cristo; de hombres y mujeres que proclamen la verdad y trasmitan, con la coherencia de su comportamiento, la alegría de haber encontrado al divino Salvador; de personas que sepan hablar de Dios y dar testimonio de su amor a los hombres de su tiempo, expuestos a tantos atractivos efímeros y distraídos por ideologías consumistas con frecuencia deshumanizantes.
MIRAR CONSTANTEMENTE A JESUS.-
3.- Vuestro papel en la Iglesia, queridos hermanos y hermanas, consiste en crear núcleos de creyentes que lleven el mensaje de la salvación a todo lugar, haciendo valer el peso de su opinión no con la imposición, sino con la credibilidad de su testimonio.  Se trata, como a vosotros mismos os gusta repetir, de “vertebrar” este mundo nuestro, construyendo “vértebras" cristianas para la sociedad.  Es más, vosotros mismos debéis ser estas “vértebras” espirituales para permitir que el Evangelio se transforme en el esqueleto dé la humanidad renovada por el Espíritu Pero para poder desempeñar un papel tan delicado es necesario, ante todo, que redescubrais vuestra vocación y la profundicéis cada día mediante el encuentro personal con la gracia y la misericordia divina; debéis alimentamos de oración incesante, para que seáis auténticos adoradores del Padre y discípulos asiduos de su palabra; la participación frecuente en los sacramentos de la reconciliación y de la Eucaristía os es indispensable para perseverar en el camino de la santificación. Los ojos de vuestro espíritu deben mirar constantemente a Cristo, al tabernáculo, porque es del misterio eucarístico de donde recibís la luz y la fuerza necesarias para avanzar por el camino de la santidad.
Asimismo, en esta perspectiva resultan muy útiles la dirección espiritual y la participación regular en las jornadas de convivencia, en los retiros y en los ejercicios espirituales, así como también en los demás encuentros de formación previstos por vuestro movimiento. De esa forma, experimentareis cuan sorprendente es la acción del Espíritu Santo y de la gracia de Dios que transforma la existencia del creyente.  

INSTRUMENTOS DE SU AMOR.-
4.- “Cristo cuenta conmigo; yo cuento con él". 
Esta breve expresión sintetiza bien el empeño misionero que se os confía.  Todo os llega de él; pero El os pide la disponibilidad para poder obrar eficazmente a través de vuestras personas. Sed por tanto dóciles instrumentos de su amor, intrépidos testigos y humildes servidores suyos. El “rollo", el anuncio viviente que habéis recibido, debéis seguir difundiéndolo debéis seguir difundiéndolo: vosotros mismos debéis ser el anuncio vivo del Evangelio.  

    

Con el espíritu imbuido de esperanza y de ardor misionero “gritáis" vuestra fidelidad a Cristo sin faltar jamás a sus esperanzas.  Gritadlas, con la vida, en el cumplimiento cotidiano de  vuestro deber.  Sabéis cuán apasionante es trabajar por el reinode Dios y conocéis bien la sed espiritual del corazón humano.
"Una grande, comprometedora y magnífica empresa” - escribí en la exhortación Chrístifideles laící - “ha sido confiada a la Iglesia: la de una nueva evangelización, de la que el mundo actual tiene una gran necesidad. Los fieles laicos han de sentirse parte viva y responsable de esta empresa” (Enc. CL.- Nº 64) He aquí el campo apostólico abierto también a vosotros en estos años de gran importancia histórica: La Iglesia os pide que seáis instrumentos de reconciliación y de fraternidad, difundiendo la amistad entre cuantos viven cerca de vosotros. Os pido que contribuyáis a un nuevo florecimiento del mundo, transformado con frecuencia en un desierto a causa del egoísmo y el pecado.
UNA CADENA DE ORACIONES.-
5.- Queridos hermanos y hermanas, en los Cursillos de Cristiandad, después de haber experimentado durante los tres días del curso un fuerte impacto con el amor de Dios y con las exigencias prácticas que derivan de él, comienza lo que llamáis el cuarto día, que dura, prácticamente, toda la existencia.  En este largo día - es decir cada día de la vida - debéis ser fieles, vigilantes y perseverantes. En toda ocasión debéis ayudaros y animaros mutuamente con el ejemplo y el apoyo fraterno, rezando incesantemente y ofreciendo al Padre celestial todo sufrimiento y toda prueba. ¿Acaso no es reconfortante saber que de todas las naciones del mundo, en las que el movimiento se ha difundido, se eleva hacia el cielo una cadena de oraciones a través de las llamadas 'intendencias"?. Tal solidaridad espiritual, cuando se hace habitual, es una ayuda preciosa para que cada uno pueda perseverar en la propia vocación.
Mientras os animo a crecer en el entusiasmo y en la generosidad, confío a cada uno de vosotros y a todo el Movimiento a María, Madre de Cristo y de la Iglesia.  Que ella os guíe y os sostenga: la Virgen os proteja siempre
En Su nombre imparto de corazón a todos mí bendición apostólica.


Tres años mas tarde, la 1ª Ultreya Europea recibirá su palabra:


CURSILLOS DE CRISTIANDAD
1ª ULTREYA EUROPEA 
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO II  
SEVILLA ESPAÑA, 12.06.1993

Vaticano, 3 de junio de 1993
Su Santidad Juan Pablo II, saluda con particular afecto a los organizadores y participantes en la 1ª Ultreya Europea del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, que se celebra en Sevilla con ocasión del XLV Congreso Eucarístico Internacional, y les alienta a permanecer fieles a la gracia recibida y a ser siempre testigos de los genuinos valores evangélicos en las sociedades europeas para que, reavivando las raíces cristianas de este continente, se construya una Europa del hombre y para el hombre, en la plenitud de sus derechos y en solidaridad fraterna.

  

Al mismo tiempo, el Santo Padre les anima a hacer de esta efeméride una ocasión propicia para dar un decidido impulso en las tareas de la nueva evangelización, renovando el compromiso de apostolado, que incumbe a todo bautizado, de promover la paz, la justicia y el auténtico progreso, basado en la libertad genuina, es decir, en la elección que brota de la conciencia recta. Asímismo, Su Santidad exhorta a todos los cursillistas a una creciente formación cristiana y una activa participación en la vida litúrgica y caritativa la iglesia, colaborando con las iniciativas pastorales de cada diócesis.
Con estos deseos, y bajo la mirada misericordiosa de la Virgen María -Estrella de la nueva evangelización, el Sumo Pontífice eleva fervientes plegarias para que el Señor haga muy fecundos los trabajos de ese encuentro eclesial, mientras, en prenda de constante asistencia divina, imparte complacido la implorada Bendición Apostólica.
 G. B. Re,  Sustituto


En 1995, con motivo de la 4ª Ultreya Nacional italiana, nuevamente el Papa tendrá una palabra para los cursillistas:


CURSILLOS DE CRISTIANDAD
4ª ULTREYA NACIONAL ITALIA 
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO IIº
ROMA, 06.05.1995

   

Queridísimos hermanos y hermanas:
1.- Doy mi más cordial bienvenida a todos vosotros, llegados desde las diversas regiones de Italia para participar en la 4ª Ultreya Nacional de los Cursillos de Cristiandad. Saludo muy particularmente a los Venerables Hermanos en el Episcopado aquí presentes y dirijo mi pensamiento en estos momentos a los sacerdotes y laicos que integran las “estructuras de comunión” de vuestro Movimiento, al mismo tiempo que doy gracias a Dios por la abundancia de dones y de luces con que actúa mediante todos y cada uno de vosotros.

La celebración de esta Ultreya Nacional está en consonancia con vuestro estilo de evangelizadores, que se refuerza con la experiencia de comunión con el sucesor de Pedro y con las diócesis, reafirmándose así la dimensión eclesial. Realmente, como nos recuerda la “Evangelii Nuntiandi”, “evangelizar no es nunca y para nadie un acto individual y aislado, sino profundamente eclesial”. “Cada uno de los evangelizadores evangeliza en nombre de la Iglesia, la cual a su vez, lo hace en virtud de un mandato del Señor” (Enc.EN.Nº 60).
2.- Vuestro Movimiento os pide ser fermento evangélico en la “masa” del mundo. Es tarea no fácil que supone una gran humildad y una sólida fe en el Señor. Actuando en el mundo donde no faltan signos de esperanza y de energías positivas seriamente dedicadas al servicio del bien, descubrís, sin embargo, cada día las grandes heridas que lo debilitan, como son la secularización y la indiferencia religiosa, la violencia que de vez en cuando aplasta a hombres y mujeres indefensos, el desprecio, a veces solapado, de la vida humana.  Poneos, con vuestra discreta acción apostólica, de parte de esta humanidad herida, y disponedla para que acoja la Verdad del hombre: a Cristo. Después de haber preparado el terreno a la Gracia redentora, podréis ofrecer a muchos hermanos, mediante los Cursillos de Cristiandad, un encuentro intenso, liberalizador y gozoso con el Señor. Permaneced siendo siempre fermento vivo.  Pero ¿cómo conseguir mantener este fervor evangélico?
3.- Vuestro programa espiritual y apostólico utiliza la imagen del “trípode” para indicar que la piedad, el estudio y la acción son las condiciones que garantizan la fidelidad a vuestra vocación.
El evangelizador es ante todo aquel que, habiendo encontrado la piedra preciosa de que habla el Evangelio, siente la necesidad de comunicar su hallazgo a los demás. Precisamente, en la escucha orante se puede captar la buena noticia del amor de Dios. La oración sigue siendo la gran ocasión para experimentar la alegría de ser los hijos amados del Señor.  Así como también a la oración está ligada la necesidad que tiene el apóstol de vivir constantemente la Gracia divina. De hecho, no son sólo sus palabras sino, sobre todo, su identidad como templo del Dios vivo, y su configuración con Cristo, lo que suscita el deseo del encuentro con Dios en aquel que está alejado de Él.
“Adorad al Señor, a Cristo, siempre prontos para responder a los que os pregunten por la razón de vuestra esperanza” (1ªPe.3,13). Pedro sugiere otra dimensión irrenunciable del evangelizador: la necesidad de profundizar en el fundamento racional de la buena noticia mediante el estudio continuado de la Palabra de Dios y de la Tradición viva de la Iglesia. El principio guía del anuncio cristiano: la fidelidad a Dios y al hombre, requiere una atención constante a la cultura contemporánea.

Este estudio debe unir al rigor científico la dimensión sapiencial, que llevará a acoger el dato revelado como don y como gracia, estimulando a poder compartir con los demás la alegría de haberse encontrado con la Verdad. 
Los primeros destinatarios de este compartir serán los mismos familiares: a este propósito os exhorto a vivir, a sostener y difundir la práctica recomendable de la lectura del Evangelio en familia, preciosa ocasión para un encuentro con el Señor.
Finalmente, la aproximación del tercer milenio cristiano, y la urgencia de la nueva evangelización, deberán encontramos particularmente dedicados, con renovado ardor y con métodos siempre decuados, a la acción misionera. 

   

Ésta, como os lo propusisteis en la minimisión tenida por vuestro Movimiento en 1993, deberá ser siempre más minuciosa y estar más ramificada, para llevar a Jesús a todos los ambientes, testimoniandoa los que están lejos el rostro misericordioso del Padre y una experiencia renovada de la Iglesia.
4.- Queridísimos hermanos y hermanas; Cristo os necesita, no os sustraigáis a su invitación.  Sed generosos y valientes en la respuesta.
Que la 4ª Ultreya Nacional sea el principio de un nuevo camino de Gracia para vuestro Movimiento y para tantos hermanos que están lejos. Que María, la Madre de la IgIesia, os acompañe en el empeño cotidiano por la evangelización.
De todo corazón quiero animaros y os bendigo.


Otro importante mensaje de Juan Pablo IIº lo tenemos en sus palabras a la 6ª Ultreya Nacional de España en 1997


CURSILLOS DE CRISTIANDAD
6ª ULTREYA NACIONAL DE ESPAÑA 
MENSAJE DE S.S. JUAN PABLO IIº
GUADALAJARA, ESPAÑA, 19.04.1997

Con ocasión de la Ultreya Nacional del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, que tiene lugar en Guadalajara, Su Santidad Juan Pablo II saluda cordialmente a los participantes en la misma y les alienta a comprometerse en el anuncio de Jesucristo en el propio ambiente familiar y profesional, cooperando a la vez en diversas actividades pastorales de las respectivas diócesis, de acuerdo con directrices episcopado para «proclamar el año de gracia del Señor» (Is.61,2). De este modo se podrá contar con la generosa colaboración de todos para atender los diversos sectores de cara a la nueva evangelización que ha de preparar el gran jubileo del año dos mil.
Asegurando su ferviente plegaria al Señor, por intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, para que los Cursillistas de Cristiandad sean fermento de auténtica vida cristiana en medio de la sociedad española, el Santo Padre les imparte complacido la implorada bendición apostólica.

            Una nueva intervención de Juan Pablo IIº en relación a Cursillos, la tendremos con motivo de la 3ª ULTREYA MUNDIAL que teniendo como tema: "Evangelizar los ambientes en el tercer milenio cristiano: un desafío para los Cursillos de Cristiandad”, se llevará a cabo el 29 de Julio de 2000, en la ciudad de Roma, Italia, en el marco de la celebración del Gran Jubileo del año 2000, y con la participación de cerca de cuarenta mil miembros del Movimiento Cursillos de Cristiandad, procedentes de todo el mundo,
Para muchos , mas que un acto o un evento, ella marcó un nuevo comienzo. Con ella acaba de empezar la aventura, de nuevo, del cuarto día. Porque la Ultreya no es una meta de llegada, sino una pista de lanzamiento, de arranque. A partir de ella tendríamos que disponernos a seguir caminando, peregrinando, hacia la Casa del Padre, con mucha mas fuerza, con el corazón renovado, con nueva ilusión. 
 Esta Ultreya Mundial quedará muy en los adentros de ese corazón nuestro que comenzó a palpitar un día al calor del encuentro con Cristo.
  Algún día, en las horas bajas de la vida, en las dificultades del camino, recordaremos “aquel fantástico día” cuando, con el sucesor de Pedro, dimos gracias a Dios por los innumerables dones que el Movimiento de Cursillos de Cristiandad nos ha concedido. Y volveremos de nuevo a reemprender la marcha, “más allá”, con la seguridad plena de que el Espíritu Santo, seguirá llenándonos de sus dones a nosotros y a todos aquellos que se dedican a testimoniar la Palabra salvadora.
Todo empezó al mediodía de aquel 29 de Julio. En realidad, un importante grupo de cursillistas de varios países, principalmente españoles, habían comenzado a vivir el clima de Ultreya la tarde anterior, en la Basílica de Santa Maria la Mayor, con una Eucaristía presidida por el Obispo Asesor Nacional de España (Conciliario Nacional),  Mons. Juan García Santa Cruz.
Esa Eucaristía fue para todos los participantes un calentar motores maravilloso, para vivir con mucha más intensidad esta 3ª Ultreya Mundial. En la puerta, a la salida, tras la Eucaristía, empezarían  a salir de las mochilas los pañuelos de colores que la organización había regalado, a desplegarse algunas pancartas y a cantarse el De Colores. La Ciudad Eterna era un hervidero de cursillistas. Ya desde días antes se podía presenciar por las calles a gentes procedentes de todo el mundo que había venido, recorriendo miles de kilómetros, para vivir este encuentro tan especial.
 La llegada a la Plaza de San Pedro fue emocionante. Numerosos hermanos aguardaban la hora de comienzo a la sombra de las majestuosas columnas. Algunos comían allí mismo unos bocadillos. Otros lo hacían en los restaurantes cercanos, donde se entremezclaban cursillistas de distintas Diócesis de todos los países del mundo, al son de canciones en distintos idiomas - el De Colores si  siempre en español - en un ambiente lleno de gozo, de alegría y también de compartir. 
 En este contexto pudieron verse detalles extraordinarios. A una española le robaron su cartera en el autobús, y cuando algunos de sus compañeros del grupo explicaban a unos cursillistas croatas, por señas, pues no entendían en el idioma, lo que había sucedido, uno de ellos, entendiendo apenas que esta chica había perdido algo, metió su mano en el bolsillo y sacó 10.000 liras para poder ayudarla. A duras penas se le pudo explicar que no hacia falta, pero el cursillista croata, intranquilo por la tristeza de la joven y, hablando algunas palabras en francés, la invitó, junto a su marido y dos hijas a unas vacaciones en su tierra. No había motivo para la tristeza, pues se estaba juntos, reunidos en el nombre del Señor y, de una manera muy especial, El se hacia presente. 
 Tras la comida los grupos fueron entrando en la Plaza de San Pedro. Hacía mucho calor, pero nadie se retraso por ello, ni dio un paso atrás. Poco a poco la Plaza se fue llenando de gente, mientras los presentadores iban dando la bienvenida a todos los países, en todas las lenguas. Había gente de los cinco continentes, muchos norteamericanos, mexicanos, brasileños, argentinos, chilenos, coreanos, alemanes, rumanos. Cuarenta Secretariados Nacionales estaban presentes, cada uno con sus pancartas, banderas, trajes típicos... Y todos agitando la enseña de colores al entonar el De Colores.  
Tras la oración inicial y los saludos de apertura por parte del Presidente Nacional de Italia y de la Presidenta del  Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad (OMCC), Frances Ruppert, correspondió el turno a Eduardo Bonnin (Rector del primer Cursillo de Cristiandad en Mallorca en 1949) y al Padre Sebastián Gaya, el que lamentablemente no pudo asistir, pero se hizo presente con una carta leída por Ramón Armengod, responsable del Área Internacional del Secretariado Nacional de España. También se leyó una carta del Presidente de la Republica de Corea del Sur, Kim Dae Jung, quien anunciaba un próximo viaje para entrevistarse con el Papa y rogaba por el M.C.C.:… “para que pueda aumentar su actividad”.
La Meditación estuvo a cargo del padre Martín Bialas, alemán, quien llamó a estar conscientes de la llamada que el Señor nos ha hecho a todos los cursillistas y terminó diciendo: “cuando mas profunda sea nuestra relación personal de amistad con Cristo, mejor podremos evangelizar a los hombres en el mundo que les rodea. Con Dios podremos encontrar a los hombres”.
Luego vino la Eucaristía, presidida por el Cardenal Stafford, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos. En su homilía hablo del empobrecimien­to de la humanidad que deriva de su alejamiento de Dios. En muchos estratos de la sociedad de la opulencia y del bienestar, añadió, Dios es desconocido. Es esta falta de Dios en la vida de tantos hombres lo que esta en la base del malestar que golpea a tantos jóvenes y a numerosas familias de nuestro tiempo. Por ello, diría en palabras de Juan Pablo II, “La nueva evangelización es la tarea mas urgente de la Iglesia en el tiempo presente”. “Vuestro Movimiento”, señaló al respecto, “ha acogido con entusiasmo esta llamada, llevando a muchos hombres a Jesús”.
Tras la Eucaristía tuvo lugar el emotivo encuentro con Juan Pablo II. En ese momento las banderas se agitaron de manera especial, miles de globos se hicieron volar por el cielo, muchos ojos se cubrieron de lagrimas, y el Papa, muy cerca de la gente, por toda la plaza, no paro de saludar y bendecir. Después vinieron sus palabras,  ante la concurrencia de cerca de cuarenta mil miembros del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, procedentes de todo el mundo, en italiano, francés, inglés, castellano, portugués y polaco,  interrumpidas reiteradas veces por los aplausos y gritos de ¡Viva el Papa!, y el cántico De Colores, cuya letra desgranó en su discurso el propio Juan Pablo aludiendo a esa nueva manera de ver la vida cuando uno se encuentra con el Señor. 
 Reproducimos a continuación texto completo con las palabras de Juan Pablo IIº, por el profundo significado que tienen,  según ha sido publicado por la edición castellana de “L'Osservatore Romano”


CURSILLOS DE CRISTIANDAD
16º ENCUENTRO NACIONAL MCC CHILE
BENDICION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO IIº
ROMA,15.10.1997

Con motivo de la celebración del 16º Encuentro Nacional del MCC. de Chile, el Papa Juan Pablo hizo llegar la siguiente bendición


CURSILLOS DE CRISTIANDAD
3ª ULTREYA MUNDIAL
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO IIº
ROMA, 29.07.2000

 

1.- Amadísimos hermanos y hermanas:
Me alegra dirigiros mi afectuoso saludo a todos vosotros, que habéis venido aquí desde los cinco continentes para la tercera Ultreya Mundial de los Cursillos de Cristiandad, la Ultreya del gran jubileo.  Gracias por vuestra visita v sed todos bienvenidos.
 Saludo a los cursillistas de lengua española, venidos desde América y desde España, recordando que fue en Palma de Mallorca donde nació esta experiencia apostólica iniciada por monseñor Juan Hervás, celoso pastor de aquella comunidad eclesial.

Os doy la bienvenida a cada uno, y os aliento a hacer de esta Ultreya del gran jubileo un tiempo de renovado compromiso de santidad de vida y de apostolado.
Dirijo un cordial saludo de bienvenida a todos los participantes de lengua francesa.
 Saludo, en particular, a todos los que han venido de países de lengua alemana.  Quiera Dios que esta celebración fortalezca vuestra fe.
Saludo a la presidenta del Organismo Mundial de los Cursillos de Cristiandad y le agradezco las cordiales palabras que me ha dirigido en vuestro nombre, presentando el compromiso apostólico de vuestro movimiento y el bien que el Señor realiza a través de vosotros.  Saludo a los fundadores y a los animadores espirituales, así corno a los diversos responsables del Movimiento.  Vuestra presencia, tan variada y alegre, testimonia que la pequeña semilla sembrada en España hace más de cincuenta años se ha convertido en un gran árbol lleno de frutos del Espíritu.  Más aún, sigue constituyendo una feliz respuesta a la pregunta formulada por mí venerado predecesor, el Papa Pablo VIº, en la primera Ultreya Mundial de Roma: “El Evangelio ¿puede aún conquistar al hombre maduro, (...) tanto en la civilización urbana como en la agrícola?”.  Por tanto, me uno con alegría a vuestra acción de gracias al Señor por cuanto ha realizado y sigue realizando en la Iglesia mediante los Cursillos de Cristiandad. 
El tema de esta Ultreya Mundial “Evangelizar los ambientes en el tercer milenio cristiano: un "desafío" para los Cursillos de Cristiandad”, atestigua el esfuerzo de volver a proponer con medios y entusiasmo renovados la experiencia de Cristo a los hombres y a las mujeres del Siglo XXI.  Esto es más urgente aún dado que "enteros países y naciones, en los que en un tiempo la religión y la vida cristiana fueron florecientes v capaces de dar origen a comunidades de fe viva y operante, están ahora sometidos a dura prueba por la continua difusión del indiferentismo, del secularismo y del ateísmo” (Christifideles Laici,Nº34).

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2.- Levadura profética.- 
 Ante esa situación, que desafía a los creyentes a “rehacer el entramado cristiano de la sociedad humana” (ibid.), el método del Cursillo quiere contribuir a cambiar en sentido cristiano los ambientes donde las personas viven v actúan, mediante la inserción de “hombres nuevos”, que han llegado a serlo gracias a su encuentro con Cristo. A este objetivo tienden los tres días  del Cursillo de Cristiandad, durante los cuales un equipo de sacerdotes y laicos, sostenidos por la oración y el ofrecimiento de sacrificios por parte de los demás miembros del movimiento, comunica las verdades fundamentales de la fe cristiana, especialmente de modo “vivencial”. 

 

El anuncio de Cristo, propuesto de este modo, abre casi siempre a los participantes en el cursillo al don de la conversión y a una conciencia más viva del bautismo recibido y de la propia misión en la Iglesia.  Se sienten llamados a ser “levadura” profética, que se mezcla con la harina para fermentar todo (cf. Mt.13,33), “sal de la tierra” y “luz del mundo” (Mt.5, 13-14) para anunciar a cuantos encuentran que únicamente en Jesucristo está la salvación (cf.Hch 4,12) y que “el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado” (Gaudium et Spes, Nº22). 

 

3.- La diaconía de la verdad.- 
Queridos hermanos y hermanas, sed testigos intrépidos del “servicio a la verdad” y trabajad sin descanso con la “fuerza de la comunión”.  Apoyándoos en vuestras “ricas experiencias espirituales, que son un tesoro, aceptad él “desafío” que nuestro tiempo plantea a la nueva evangelización, y dadle sin miedo vuestra respuesta.
Frente a una cultura que, con mucha frecuencia, niega la existencia misma de una verdad objetiva de valor universal y que a menudo se pierde en las “arenas movedizas” del nihilismo (cf.Fides et Ratio,Nº5), los fieles deben saber indicar claramente que Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida (cf. Jn.14,6).
A vosotros, que le habéis abierto generosamente vuestro corazón, Jesús os pide que anunciéis incansablemente su nombre a quienes aún no lo conocen. Os llama a su servicio, al servicio de Su verdad, la verdad que nos hace libres.

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Cuanto más transparente sea esta “diaconía de la verdad” en vuestra vida diaria, tanto más convincente será. Como os recuerda una oración que se reza mucho en el Movimiento de los Cursillos, “Cristo no tiene manos; sólo tiene nuestras manos para cambiar el mundo actual. Cristo no tiene pies; sólo tiene nuestros pies para llevar al mundo hacia él. Cristo no tiene labios; sólo tiene nuestros labios para hablar a los hombres”.
4.- Fidelidad al Magisterio y comunión eclesial.-
Este es vuestro apostolado. Llevadlo a cabo en constante sintonía eclesial, para que así se manifieste la “fuerza de la comunión” que es a la vez el estilo Y el contenido mismo de la misión del pueblo de Dios.  Frente a las diversas formas de individualismo, que fragmenta y dispersa la capacidad y los recursos evangelizadores, aunad vuestros esfuerzos misioneros a los de las múltiples agrupaciones eclesiales suscitadas por el Espíritu en la Iglesia de nuestro tiempo.  Esforzaos para que resalte de nuevo la belleza de las primeras comunidades cristianas, que hacían decir con admiración a los paganos: “¡Mirad cómo se aman!”. Y sed siempre dóciles a las indicaciones del Magisterio.  En efecto, ningún carisma dispensa de la referencia y de la sumisión a los Pastores de la Iglesia, cuyo discernimiento es garantía de fidelidad al carisma mismo. Que la actual celebración jubilar suscite en todos vosotros una renovada fidelidad a vuestra inspiración original y una más firme comunión eclesial.


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5.- La verdadera felicidad en el seguimiento del Señor.-
“De colores, de colores se visten los campos en la primavera.  De colores, de colores son los pajaritos que vienen de fuera.  De colores, de colores es el arco iris que vemos lucir...”.
Durante los días del Cursillo, las palabras de esta canción popular española ayudan a los participantes a reflexionar sobre la belleza multiforme de la creación. Encontrándoos con Cristo, habéis aprendido a mirar con ojos nuevos a las personas y a la naturaleza,a los acontecimientos cotidianos y a la vida en general. Habéis experimentado que la verdadera felicidad se logra en el seguimiento del Señor. Esta experiencia personal y comunitaria debe ser transmitida a los otros. Muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo, que por desgracia se alejan de Dios, esperan de vosotros la luz de la fe que les ayude a redescubrir los colores de la existencia y de la alegría de sentirse amados de Dios

“¡Ánimo! ¡Ultreya! Adelante, os repite hoy el Sucesor de Pedro. Contemplad a María, ejemplo de fidelidad indefectible a Dios, y, como ella, en todas las circunstancias poned vuestra confianza en Dios, Padre de misericordia, que mantiene vuestros pasos por el camino de la verdad y del amor. 
 Mi saludo se extiende, con la misma cordialidad, a todos los demás peregrinos que se han dado cita aquí.  En particular, a los de la diócesis de Leiría, Fátima, encabezados por su obispo, el querido Monseñor Serafim.
Queridos hermanos y hermanas, han pasado dos meses desde que tuve la alegría de encontrarme entre vosotros, gozando de vuestra cordial hospitalidad y testimoniando vuestra radiante alegría por la confirmación de la santidad de dos paisanos vuestros: los beatos Francisco y Jacinta Marto. Hoy  vosotros, representación elegida de esa Iglesia particular, me devolvéis la visita.  Habéis venido a la tumba del Príncipe de los Apóstoles, con espíritu de oración v penitencia, para implorar perdón e indulgencia y renovar vuestra entrega a la obra de divinización de la humanidad que comenzó hace dos mil años con el nacimiento de Dios encarnado.


Saludo de corazón a toda la diócesis de Leiría, Fátima, deseando que este gran jubileo de la Encarnación sea para todos vosotros el “año de Gracia del Señor” que se hizo realidad con Jesús  y en Jesús (cf. Lc. 4,19-21), a fin de que esperéis confiadamente en la fuerza de su mensaje y de su obra de salvación, améis a todos con amor de donación y también de reparación por la ingratitud de tantas personas con respecto a Dios, y testimoniéis la fe con valentía y coherencia en la sociedad actual.
Que la Virgen Santísima, presente místicamente en vuestros santuarios marianos, entre los que sobresale, por elección de ella, el de Fátima, os acompañe maternalmente en vuestro camino de penitencia y conversión, y os sostenga en la realización de vuestros propósitos para bien de vuestra diócesis y para la salvación del mundo. 

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 Os saludo cordialmente a vosotros, peregrinos de Polonia, que habéis venido a este encuentro.  Os agradezco vuestro compromiso por la nueva evangelización y la construcción de la civilización del amor y la solidaridad en el mundo.  La Iglesia os necesita.  Necesita vuestra actitud cristiana y vuestra santidad, para que se realice en el mundo la gran obra de la salvación.
Con afecto, os aseguro un constante recuerdo en la oración y os imparto a todos la bendición apostólica, propiciadora de abundantes gracias divinas.
La Ultreya continuó con cuatro testimonios preciosos, terminando con las palabras del Consiliario Nacional de Italia y la bendición impartida por el Consiliario Nacional de España, Mons. Juan García Santa Cruz, llenando a los participantes de alegría e ímpetu para continuar el camino con renovadas fuerzas.
  El acto terminaba. Miles y miles de cursillistas, venidos desde todos los confines de la tierra, llenos de paz y alegría, se disponían a salir de la Plaza de San Pedro, después de haber compartido vida y fe, mas dispuestos para la misión.
  Ahora, ¿Que los podía detener? 
 ·                La última oportunidad en que Juan Pablo II se dirigirá a los Cursillos de Cristiandad será el sábado 4 de Mayo de 2002, Juan Pablo II oportunidad en que recibirá en la sala Clementina del Vaticano, a un grupo de responsables nacionales, territoriales y diocesanos del Movimiento Cursillos de Cristiandad, en el marco de la celebración del 40° aniversario de la presencia de los Cursillos en Italia y de la reciente aprobación de sus estatutos por la Conferencia Episcopal Italiana.
 En la actualidad los Cursillos están presentes en mas de sesenta países del mundo.
 Al inicio del encuentro dos representantes del grupo saludaron al Santo Padre en nombre de la asamblea, y el Vicario de Cristo les dirigió el discurso que ofrecemos a continuación: (Publicado en L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 10 de Mayo de 2002, p.6).
CURSILLOS DE CRISTIANDAD
40º ANIVERSARIO DE LOS CURSILLOS EN ITALIA 
ALOCUCION DE S.S. EL PAPA JUAN PABLO IIº
ROMA, 04.05.2002

El Sábado 4 de Mayo de 2002, Juan Pablo II recibirá en la sala Clementina del Vaticano, a un grupo de responsables nacionales, territoriales y diocesanos del Movimiento Cursillos de Cristiandad, en el marco de la celebración del 40° aniversario de la presencia de los Cursillos en Italia y de la reciente aprobación de sus estatutos por la Conferencia Episcopal Italiana.
En la actualidad los Cursillos están presentes en mas de sesenta países del mundo.


Al inicio del encuentro dos representantes del grupo saludaron al Santo Padre en nombre de la asamblea, y el Vicario de Cristo les dirigió el discurso que ofrecemos a continuación:

 

 

 

 

Amadísimos hermanos y hermanas: 
1.- Es para mi motivo de alegría encontrarme hoy con vosotros: ¡gracias por esta visita! Vuestra presencia, tan numerosa y alegre, testimonia cuanto dije a los cursillistas de todo el mundo que acudieron a Roma con ocasión del gran jubileo del año 2000: en verdad, “la pequeña semilla sembrada en España hace mas de cincuenta años se ha con­vertido en un gran árbol lleno de frutos del Espíritu”. (Discurso a los participantes en la III Ultreya, 29 de julio de 2000, n.1: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 4 de agosto de 2000, p.3). 

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Doy a todos mi más cordial bienvenida. Saludo, en particular, a vuestros dos representantes, que se han hecho interpretes de los sentimientos comunes, así como a los animadores espirituales y a los diversos responsables del Movimiento. 
Los Cursillos de Cristiandad están presentes actualmente en más de sesenta países de todos los continentes y en ochocientas diócesis. Aquella semilla ha germinado y ha crecido durante estos años también en tierra italiana, dando  abundantes frutos de conversión y santidad de vida, en profunda sintonía con las orientaciones pastorales de la Conferencia Episcopal Italiana.
2.- En este momento deseo volver con el pensamiento, juntamente con vosotros, a dos citas que tuvieron gran significado y alcance. Me refiero, ante todo, al encuentro con los miembros de los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades, en la plaza de San Pedro, durante la inolvidable vigilia de Pentecostés, el 30 de mayo de 1998. 
En aquella ocasión reconocí en estas nuevas realidades eclesiales una respuesta providencial, suscitada por el Espíritu Santo para la formación cristiana y para la evangelización. Pero, al mismo tiempo, exhorté a crecer en la conciencia y en la identidad eclesial: “Hoy ante vosotros se abre una etapa nueva: la de la madurez eclesial. (...) La Iglesia espera de vosotros frutos "maduros" de comunión y de compromiso” ( Discurso en el Encuentro Mundial de los Movimientos, 30 de mayo de 1998, n.6: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 5 de junio de 1998, p.14). 

 

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Esa invitación conserva plenamente su actualidad y urgencia, y constituye un auténtico desafió que es preciso afrontar con valentía y determinación. En la línea de este compromiso para alcanzar una madurez eclesial cada vez mas sólida se sitúa la solicitud que el organismo mundial de los Cursillos ha hecho al dicasterio competente de la Curia Romana, a fin de obtener el reconocimiento canónico y la aprobación de sus estatutos.
3.- El segundo acontecimiento importante que quisiera recordar hache es la IIIª Ultreya Mundial, que culminó con el encuentro jubilar de vuestros miembros en la plaza de San Pedro, al que acabo de referirme. A este propósito, deseo renovaros la exhortación que os dirigí en aquella ocasión a ser testigos audaces de la “diaconía de la verdad”, trabajando incansablemente con la “fuerza de la comunión”. 

 

En efecto, esa consigna es cada día más necesaria y comprometedora. Vosotros daréis ciertamente la valiosa contribución que brota de vuestro carisma particular. En efecto, el anuncio kerigmatico que constituye el corazón de vuestro movimiento consiste únicamente en “fijar la mirada en el rostro de Cristo”, a lo cual invite en la "Novo Millennio Ineunte" (cf. n.16 ss). Esa mirada conlleva respetar “la primacía de la gracia”, para emprender un camino de catequesis y oración, de conversión y santidad de vida. Los frutos que produce son un sentido más fuerte de pertenencia a la Iglesia y un nuevo impulso de evangelización en los ambientes de vida y de actividad diaria. 


4.- Amadísimos cursillistas, proseguid con confianza el camino de formación y vida cristiana que habéis emprendido con tanta generosidad. !Duc in altum! Os encomiendo a la protección materna de Maria Santísima, ejemplo admirable de obediencia a la voluntad del Padre y discípula fiel de su Hijo. 
Asegurándoos un recuerdo especial en la oración, con afecto os imparto la bendición apostólica a vosotros, aquí presentes, y a vuestros seres queridos (L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 10 de Mayo de 2002, p.6).

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En cuanto al Papa Benedicto XVI, la primera mención que tenemos registrada de él, en relación a los Cursillos de Cristiandad es el Mensaje que dirigirá a la 4ª Ultreya Mundial, realizada en Los Angeles, California, USA, en Agosto del 2009, el que se transcribe a continuación

 

CURSILLOS DE CRISTIANDAD
4ª ULTREYA MUNDIAL 
MENSAJE DEL S.S.BENEDICTO XVI 
LOS ANGELES, CALIFORNIA, USA, 01.08.2009

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El Santo Padre envía sus saludos cordiales y buenos deseos a todos los reunidos en Anaheim, California,  para la IV Ultreya Mundial de Cursillos de Cristiandad.
Él se une a cursillistas de todo el mundo en dar gracias a Dios por todo lo que el movimiento ha hecho para enriquecer las vidas de los fieles, avivando en ellos el fuego de amor que se convierte en la energía  de la misión.
Al mismo tiempo, el Santo Padre invita a esta gran asamblea internacional a buscar  la luz y la fuerza del Espíritu Santo para poder responder aún  más efectivamente al desafío urgente de la nueva evangelización, ofreciendo una correcta catequesis y continua formación en la fe a aquellos jóvenes católicos que anhelan conocer aún más completamente a Jesucristo y el poder de su resurrección. 

Consciente de la inmensa contribución que el Movimiento de Cursillos ha hecho en la renovación  de la Iglesia, promoviendo el llamado universal a la santidad y el testimonio profético que incumbe a todos los bautizados, Su Santidad ora por que la Ultreya Mundial inspire en los Cursillistas jóvenes y mayores un renovado compromiso con Cristo y su Iglesia, y un compromiso más activo, para la extensión del reino de Dios, de Verdad, Justicia y Paz.
Con estos sentimientos y con gran afecto en el Señor, el Santo Padre gustosamente imparte su Bendición Apostólica como una promesa de los dones del Espíritu, Sabiduría, Alegría, y Paz.  
CARDENAL TARCISIO BERTONE
Secretario de Estado

El Papa Francisco, siendo Arzobispo de Buenos Aires, manifestó siempre un gran apoyo a la misión de los Cursillos de Cristiandad y su cariño y aprecio por ellos quedó de manifiesto en la Carta que les dirigiera y que transcribimos a continuación:

 

CURSILLOS DE CRISTIANDAD
CARTA DEL CARDENAL JORGE MARIO BERGOGLIO, ARZOBISPO DE BUENOS AIRES A LOS CURSILLISTAS DE LA ARQUIDIÓCESIS DE BUENOS AIRES
13 DE JUNIO DE 2011, FIESTA DE MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA

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Queridos Cursillistas:
En la proximidad de la solemnidad de San Pablo, vuestro patrono y modelo de cómo “vivir de colores” damos gracias a Dios por todos los frutos, que a lo largo de los años, la Obra de los Cursillos de Cristiandad le ha brindado generosamente a la Iglesia.

Vuestro servicio de anunciar a Cristo siendo sus testigos en los ambientes cotidianos, es vivenciar, renovar en forma concreta el Bautismo que en El hemos recibido y los convierte en discípulos y misioneros de la Palabra, según lo expresado en la “Constitución de la Iglesia”: “A este apostolado, todos están llamados por el mismo Señor, en razón del Bautismo y la Confirmación” (Nº 33).
Les escribo consciente de las dificultades que presenta la inculturación del Evangelio en la sociedad actual y en la confianza que vuestra audacia y fervor apostólico, nacidos del encuentro personal consigo mismo y con Cristo los lleve a hacer historia, en función del bien, para que muchos hermanos, excluidos o no, que viven en la periferia se sientan abrazados por el amor de Jesús.
Ser peregrinos en nuestra Ciudad significa no instalarnos, estar abiertos a la vida y prestar atención a lo que pasa en nuestro corazón como un buen samaritano ante la realidad difícil de tantos hermanos.
Es necesario que el Movimiento de Cursillos de Cristiandad a través de la participación de todos, continúe su camino de conversión pastoral como nos propone Aparecida.
Como Cursillistas en tiempos difíciles deben pedir a Dios la Gracia de tener muchos ahijados, de tener siempre un precursillo en marcha, para no caer en la desesperanza que paraliza y angustia. El regalo del Kerigma que recibieron en el Cursillo es misionante como propone el trípode (piedad, estudio y acción).
Como Iglesia Arquidiocesana necesitamos la unidad de todos en Cristo, para que El, sólo El reine en nuestros corazones y poder así reconocerlo como los discípulos en Emaús.
Al darte gracias por tu peregrinar como cursillista te pido que no dejes de renovar en Jesús Eucaristía tu ardor y fervor apostólico y el de tus hermanos de Reunión de Grupo.
Hoy más que nunca necesitamos que tu cercanía en los ambientes sea luz y alegría para tantos hermanos que ignoran que Dios es un Padre que los ama con ternura.
Hoy más que nunca necesitamos tu presencia para que muchas familias encuentren en el amor trascendente de Cristo, una nueva y más grande dimensión del amor humano.
Hoy más que nunca necesitamos de tu persona y tu testimonio en las Ultreyas, para seguir “adelante”, más allá, en el anuncio y vivencia del Kerigma.
Les pido por favor que recen por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen, Madre de la Divina Gracia, los cuide.
Afectuosamente.

Card. Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires

 

CURSILLOS DE CRISTIANDAD
3ª ULTREYA EUROPEA DEL MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD
MENSAJE DE S.S. EL PAPA FRANCISCO
CIUDAD DEL VATICANO, 30.04.2015

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Bajo el lema “Anunciamos lo que hemos visto y oído”.(1ªJn.1,3) “Un encuentro, un camino, una comunidad”, se realizó en Roma, los días 30 de Abril y 1º de Mayo de 2015,  la 3ª Ultreya Europea del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, cuya actividad central consistió en la Audiencia que el Papa Francisco concedió a los cursillistas en el Aula Pablo VI del Vaticano.

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Provenientes de Italia, España, Portugal, Austria, Hungría, Croacia, Alemania, República Checa, Irlanda, Inglaterra y Holanda, con delegaciones de sus respectivos Secretariados Nacionales y de cursillistas  de distintas diócesis de esos países, y con la participación además de cursillistas de las comunidades Vietnamita e Hispana de París, e incluso participantes queque viajaron desde América Latina y otros países fuera de Europa, cerca de 8.000 participantes colmaron la Sala Paulo VI, para escuchar la palabra del Papa

 

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Esta 3ª Ultreya Europea tuvo dos momentos centrales: la Audiencia que el Jueves 30 de Abril el Papa Francisco concedió a los Cursillistas, y la 3ª Ultreya propiamente tal, que celebró el 1 de mayo en la Basílica de San Pablo Extramuros. emplazamiento nada casual, ya que el apóstol de los gentiles es, por determinación del Papa Paulo VI, desde el 14 de Diciembre de 1963, el Patrono Universal del Movimiento de Cursillos de Cristiandad. 

La expresión “ULTREYA” está tomada de una antigua palabra española que usaban los peregrinos de Santiago de Compostela, cuando se encontraban para saludarse y animarse a lo largo del camino. “ULTREYA” significa “más allá”, “siempre adelante”. 
Desde que en enero de 1949 se celebró el 1er  Cursillos de Cristiandad,  se habían celebrado  otras dos Ultreyas Europeas, en Sevilla (España), en 1993, y en Fátima (Portugal), en 2008. Además, se han celebrado cuatro Ultreyas Mundiales: la 1ª en Roma, en 1966, con la presencia del Papa Paulo VI; la segunda en Tlaxcala (Méjico) en 1970; la tercera también en Roma, en el año 2000, con la presencia del Papa Juan Pablo II, y la última que tuvo lugar en Los Ángeles (Estados Unidos), en 2009.

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La celebración del 30 de Abril, estuvo centrada en la presencia y la palabra del Papa Francisco. Después de la oración inicial, de los saludos de bienvenida por parte de los representantes del Movimiento de Cursillos en sus distintas instancias (Secretariado Nacional de Italia, Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad – OMCC -,  Grupo Europeo de Cursillos de Cristiandad – GECC -) como asimismo de representantes de los países participantes, el Santo Padre intervino con su discurso, en el cual respondió además algunas preguntas que previamente había solicitado a los dirigentes de cursillos  

 

Al inicio del encuentro, Álvaro Martínez Moreno, Presidente del Grupo Europeo de Cursillos de Cristiandad invitó a los participantes a “Vivir la  Ultreya como una ocasión de gracia, un momento de encuentro, de estímulo, de impulso, que permita redescubrir con alegría el propio carisma, sentir la cercanía, la amistad, la comunión de tantas personas que lo comparten y asumir con entusiasmo la apasionante misión que el Movimiento  Cursillos de Cristiandad puede desarrollar en Europa”

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Entregamos a continuación el Texto Completo del Mensaje del Papa a los Cursillistas de Cristiandad, en la 3ª Ultreya Europea , incluidas - en Negrilla - sus “salidas de libreto” e “improvisaciones"
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenas tardes! 
Saludo a todos ustedes, miembros del Movimiento de Cursillos de Cristiandad en Europa, junto con los obispos y sacerdotes que los acompañan. Ustedes han venido a Roma para su Ultreya, nombre que retoma el antiguo saludo de los peregrinos de Santiago de Compostela, que se animaban los unos a los otros a ir “más allá”, “siempre más allá”. Este es para ustedes un verdadero encuentro entre amigos, un encuentro fraterno de oración, de fiesta y del compartir de su experiencia de vida cristiana. Doy las gracias a sus representantes que han manifestado los propósitos, las problemáticas y las perspectivas de su Movimiento. Por mi parte, quisiera ofrecerles algunas sugerencias útiles para su crecimiento espiritual y su misión en la Iglesia y en el mundo. 
Ante todo, debo pedir perdón, porque este encuentro estaba previsto para mañana, y creo que habéis debido hacer muchos cambios e incluso con dificultad, en los transportes, en los medios de transporte… Os pido perdón de verdad. 
Hubo una confusión. Sabéis que el Papa es infalible cuando hace definiciones dogmáticas, algo que se hace, pero raramente… Pero también el Papa tiene sus defectos, y con sus defectos no tiene nada que ver la infalibilidad. Y este Papa es poco ordenado e incluso indisciplinado. Y de aquí surgió esta confusión. Por eso os pido perdón. Gracias.

 

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Conocía las preguntas, he escrito un discurso que las responde, pero a veces volveré a algunas preguntas, porque hay cosas que quiero destacar.
 Como ha dicho el presidente, habéis venido a Roma para vuestra Ultreya, nombre que retoma el antiguo saludo de los peregrinos de Santiago de Compostela, que se animaban recíprocamente a ir «más allá», «siempre más allá». Esta es para vosotros una verdadera reunión entre amigos, un encuentro fraterno de oración, de fiesta, de comunión de vuestra experiencia de vida cristiana. Doy las gracias a vuestros representantes, que me han manifestado los propósitos, las problemáticas y las perspectivas de vuestro Movimiento. Por mi parte, quiero ofreceros algunas sugerencias útiles para vuestro crecimiento espiritual y vuestra misión en la Iglesia y en el mundo.

 Ustedes están llamados a hacer que dé fruto el carisma que el Señor les ha confiado y que está en el origen de los Cursillos de Cristiandad, en cuyo grupo de iniciadores se destacan Eduardo Bonnin Aguiló , el Reverendo Sebastián Gayá y el entonces obispo de Mallorca, Juan Hervás y Benet, quien supo acompañar el crecimiento del Movimiento con paternal cuidado. En los años cuarenta del siglo pasado ellos, junto con otros jóvenes laicos, se dieron cuenta de la necesidad de llegar a sus coetáneos vislumbrando el deseo de verdad y amor presente en sus corazones. Estos pioneros de su Movimiento fueron auténticos misioneros: no dudaron en tomar la iniciativa y con valentía se acercaron a las personas, involucrándolos con simpatía y acompañándolos en el camino de la fe con respeto y amor. 

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Siguiendo su ejemplo, hoy también ustedes quieren anunciar la Buena Nueva del amor de Dios, acercándose a los amigos, a los conocidos, a los compañeros de estudio y trabajo para que ellos también puedan vivir una experiencia personal del amor infinito de Cristo que libera y transforma la vida. ¡Qué necesario es salir, sin cansarse, para encontrar a los lejanos!
 Para ayudar a los demás a crecer en la fe, realizando un itinerario de acercamiento al Señor, es preciso experimentar personalmente la bondad y la ternura de Dios. Esta experiencia es el inicio del camino que realizáisDe hecho, nosotros somos movidos por el deseo de ofrecer misericordia cuando experimentamos el amor misericordioso del Padre por nosotros mismos (cf. ib. Evangelii Gaudium, 24) 
 Cuando veis, os dais cuenta de que en vuestra vida Dios ha sido tan bueno, tan tierno, tan misericordioso, esto quiere salir, quiere llegar a los demás. El Señor quiere encontrarnos, el Señor quiere morar con nosotros, ser amigo y hermano, nuestro maestro que nos revela el camino por recorrer para llegar a la felicidad.  
El no nos pide nada a cambio, sólo pide que lo acojamos, porque el amor de Dios es gratuidad, puro don. Esto es importante. Para dar testimonio es necesario reconocer que todo lo que tenemos es puro don, es regalo, es gratuito, es gracia. Y esto no se compra, esto no se vende. Es un camino de gratuidad, es un camino que no se puede explicar: «Pero, ¿por qué a mí, Señor? ¿Qué debo hacer?». «¡Dilo a los demás!».

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Comunicar lo que el Señor ha hecho conmigo, con tanta ternura, con tanta bondad, con tanta misericordia. Este es el testimonio. El testimonio amistoso del diálogo entre amigos. El encuentro con Cristo, y con la misericordia del Padre que Él nos ofrece, es posible ante todo en los sacramentos, en particular en la Eucaristía y la Reconciliación.
 En la santa misa celebramos el memorial de su sacrificio: aún hoy Él entrega realmente su Cuerpo por nosotros y derrama su Sangre para redimir a la humanidad. En la Penitencia, Jesús nos acoge con todos nuestros límites y pecados, para darnos un corazón nuevo capaz de amar como Él, que amó a los suyos hasta el extremo (cf. Jn 13, 1). Y cada vez que volvemos a pedirle perdón, Él nos perdona, porque sabe que somos débiles, que somos pecadores. Tenemos el título de pecadores. Todos. Y Él lo sabe. Y nos recibe siempre, con amor. 
 Otro camino es la meditación de la Palabra de Dios, especialmente la “lectio divina”, leer la Palabra de Dios, leer la Biblia. Muchas veces he aconsejado, y también lo hago ahora: llevar siempre en el bolsillo o en la bolsa un Evangelio pequeño. En los viajes, cuando estoy esperando en el dentista, o por hacer algo, leer un pasaje del Evangelio y después pensar con calma en ello. Esta familiaridad con la Palabra de Dios nos acerca al Señor. Y así podemos escuchar al Señor que nos indica el camino por recorrer y nos anima ante las incertidumbres y dificultades que presenta la vida. 
 En fin, encontramos el amor de Cristo en la Iglesia, que testimonia con las diversas actividades la caridad de Dios. El amor de Jesús en las obras de misericordia. 

 

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Os haré una pregunta: ¿Todos vosotros
 sois capaces de decir de memoria las siete obras de misericordia corporales y las siete obras de misericordia espirituales? Seamos valientes… ¡Levante la mano quien no es capaz! [muchos levantan la mano]. Mirad… Trabajo para vosotros, señores obispos. Trabajo para vosotros.  
Es importante leer cuáles son las obras de misericordia corporales. Algunas —es seguro— las recordaréis, pero son siete… Y las espirituales: son siete. Tarea que hay que hacer en casa: buscar y estudiar las obras de misericordia. ¿Para qué? Para ponerlas en práctica.  
En la comunidad eclesial todo tiene como fin hacer palpar a las personas la infinita misericordia divina. Algunos piensan: «No, Dios está lejos. Iré al infierno… He hecho tantas cosas». Pero si tú has hecho tantas cosas, tantas cosas feas, Él estará muy contento y hará fiesta si te acercas a pedir perdón. Y este es el trabajo de persuasión que tenéis que hacer con los amigos, en Cursillos.  
Por que es verdad, ¡Dios hace fiesta! Dios hace fiesta. Y alguien siente incluso celos de esto: pensad en el hijo más grande del padre misericordioso (cf. Lc 15, 11-32), que hizo fiesta porque el otro que había despilfarrado todo el dinero, que lo había gastado en una «buena vida», vuelve sin nada… Y hace fiesta. Es una cosa extraña de nuestro Dios. Hacer fiesta cuando viene un gran pecador. ¡Esto es bueno!

El método de evangelización de Cursillos nació precisamente de este ardiente deseo de amistad con Dios, de la cual brota la amistad con los hermanos. Desde el comienzo se comprendió que solamente dentro de relaciones de amistad auténtica era posible preparar y acompañar a las personas en su camino, un camino que parte de la conversión, pasa a través del descubrimiento de la belleza de una vida vivida en la gracia de Dios, y llega hasta la alegría de convertirse en apóstoles en la vida cotidiana. Y así, desde entonces, miles de personas en todo el mundo han sido ayudadas a crecer en la vida de fe. 
En el contexto actual de anonimato y aislamiento típico de nuestras ciudades, qué importante es la dimensión acogedora, familiar, a medida del hombre, que ofrecéis en los encuentros de grupo. Se hace amistad. Habrá problemas, acá o allá… Habrá, siempre hay problemas. Pero es necesario hacer crecer la amistad. «Pero, padre, cuando hacemos crecer la amistad, también crecen algunos pleitos, celos, envidias…». ¿Qué dijo el Señor? Cuando el diablo siembra la cizaña, dejadla crecer. Vosotros haced crecer el grano bueno, la amistad. Y la cizaña, en el momento de la cosecha, será quemada y el grano dará su fruto. Os pido que mantengáis siempre el clima de amistad y fraternidad en el que rezáis y compartís cada semana las experiencias, los éxitos y los fracasos apostólicos. 

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Me viene el recuerdo de una señora, nacida en una familia atea, y también ella era atea; no agnóstica, atea. Pero era una buena mujer, una profesional, una mujer que hacía su trabajo, casada, con hijos, pero sin religión. Una de sus hijas encontró a Jesucristo, mejor, fue encontrada por Jesucristo. Se convirtió y vivía una vida cristiana. Y su mamá respetó esto: «Es tu elección, hija. ¡Ve adelante! Yo no creo, pero tú sigue adelante». 
Pasaron los años, la hija era católica convencida, podemos decir incluso católica militante —no me gusta la palabra, pero digámosla para entender bien—. Después, la mamá, anciana, de más de 80 años, se enferma y está cerca de la muerte, pero está lúcida. El día antes de la muerte, mientras la hija estaba junto a ella, la cuidaba, le hizo esta pregunta: 
«Pero dime —jamás le había hecho esta pregunta, porque la había respetado—, ¿qué sientes cuando rezas?». Y la hija, respetando a la mamá, le dijo que hablaba con Dios, con el Señor… 
 Así comenzó una conversación sobre este tema, ligera, tranquila. Después entraba en otro tema, y volvía a este… Al final, la mamá dijo: «Pero, ¿eres feliz con lo que has encontrado en la religión?»; «Sí, porque yo, mamá, creo en Jesús, creo que Jesús me ama»; «¡Qué ganas tengo yo de sentir lo mismo!». Y la hija se animó y le dijo: «Dime, mamá, ¿tienes ganas de esto?»; «¡Sí! Pero es demasiado tarde…»; «Jamás, mamá. ¿Quieres que te bautice?»; y la mamá le dijo: «¡Sí!». La hija no podía llamar a un sacerdote, porque la mamá se habría asustado. La hija bautizó a la mamá, y al cabo de dos horas la mamá entró en coma y murió, a medianoche. 
 Estos son los milagros de Dios por la cercanía, por el servicio. ¡No el proselitismo! La hija jamás hizo proselitismo. Yo la conocía bastante, hasta tal punto que vino a decirme lo que había hecho, y tenía miedo de haber hecho mal. «No, has hecho bien. Has hecho entrar a tu mamá en el paraíso». Pero se necesita paciencia. Se necesita paciencia. El proselitismo no es paciente. «Lee esto, haz esto, ven aquí, ve allá»; te llaman a la puerta… No, no. Amistad. Y allí, sembrar, en la amistad. Y este sembrar en la amistad es una verdadera penitencia.
En estas reuniones de grupos pequeños es importante que haya momentos que favorezcan la apertura a una dimensión social y eclesial más grande, incluyendo e involucrando también a quien ha entrado en contacto con vuestro carisma, pero no participa habitualmente en un grupo. Una dimensión social y eclesial más grande, que implique también a los que no tienen contacto con vuestro carisma, que no participan habitualmente en el grupo. En efecto, la Iglesia es una «madre de corazón abierto», que a veces nos invita a «detener el paso», a «renunciar a las urgencias para acompañar al que se quedó al costado del camino» (Exhortación apostólica Evangelii gaudium, 46). Es hermoso ayudar a todos, incluso a quien le cuesta más vivir la propia fe; ayudar a permanecer siempre en contacto con esta madre Iglesia, siempre cercanos a esta gran familia acogedora que es la madre Iglesia, nuestra santa madre Iglesia.  
 En los últimos años, en Argentina, había algunos problemas en Cursillos, pero problemas externos. Porque antes se trabajaba con menos inconvenientes, y se disponía del sábado, el domingo, quizá el lunes, quizá… Podían hacerlos. Hoy se trabaja el sábado y también los domingos. Y no se tiene el tiempo para las reuniones fuertes, de oración, de tres días. Antes se estaba dispuesto a perder el sueldo, perdían premios laborales, arriesgaban también los puestos de trabajo. Y trataban de actualizar el propio carisma según esta situación.  
¿Cómo hacer hoy en esta situación? Como hicieron los cristianos, pensad, en tiempo del nazismo, del comunismo en que trataban de impartir la catequesis de otra manera, en otros momentos, la misa un poco a escondidas… No sé… Busquen modalidades que permitan ir adelante con vuestro carisma. Esto es muy importante. No dejemos que los condicionamientos externos nos bloqueen.
¡Os aliento y animo a ir «siempre más allá», fieles a vuestro carisma!. A mantener vivo el celo, el fuego del Espíritu que siempre impulsa a los discípulos de Cristo a llegar a los lejanos, sin hacer proselitismo, a «salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio» (ibídem, n. 20). Habéis oído esto, os lo he dicho muchas veces: en las grandes ciudades, ciudades cristianas, incluso en familias cristianas, hay niños que no saben hacer la señal de la cruz. Y esta paganización de la sociedad nos interpela: haced algo para evangelizar. El Espíritu impulsa a salir de la propia comodidad. 
 Qué hermoso es anunciar a todos el amor de Dios que salva y da sentido a nuestra vida! Y ayudar a los hombres y mujeres de hoy a descubrir la belleza de la fe y de la vida de gracia que es posible vivir en la Iglesia, nuestra madre. Hay comunidades cristianas y católicas —¡las hay!— donde no se habla de la vida de gracia, no se habla de la belleza de tener a la Trinidad dentro de nosotros, la presencia del Dios vivo en nosotros. Y vuestra tarea es ir y llevar esta hermosa noticia: Dios habita en nosotros, Dios está en nosotros. Esta es la gracia. Ayudar a los hombres y mujeres de hoy a descubrir la belleza de la fe y de la vida de gracia. 
 Y lo haréis, si sois dóciles, con actitud de humildad y confianza, bajo la guía de esta santa madre, la Iglesia, que siempre busca el bien de todos sus hijos; si estáis en sintonía con vuestros pastores y unidos a ellos en la misión de llevar a todos la alegría del Evangelio.
 Que la Virgen María, Madre de la divina Gracia, os asista en vuestro camino y en vuestro apostolado.
Antes de impartirles la bendición, quiero ver las preguntas que me habéis planteado, ver si hay algo que no he considerado o dicho…
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«¿Cómo fiarse del Espíritu Santo hasta el punto de atreverse a llevar el anuncio de la misericordia de Dios donde Él no es buscado?». Si no te fías del Espíritu Santo, ¡vuelve a tu casa! Y ve a buscar otra religión más agnóstica, más ideológica. 
 Jesús nos dijo: «No os dejo solos. Os enviaré al Espíritu». ¿Y qué hace el Espíritu? Dos cosas. Nos recuerda lo que Jesús nos enseñó, y nos enseña qué debemos hacer. 
Además, este fiarse del Espíritu es sorprendente. Saber cuándo es el Espíritu el que te impulsa. Me gusta pensar en Felipe, cuando el Espíritu le dice: «Ve a aquel camino», el camino a Gaza (cf. Hch 8, 26-40). Y va. En un momento determinado ve un carro, un carro de viaje, y allí estaba sentado el ministro de economía de Etiopía, de la reina Candaces, que leía Isaías… Comienza un diálogo: «Explícame esto…». Al final, cuando encuentran el agua, este ministro de economía pide el bautismo… 
El Espíritu te guía. Es precisamente el Espíritu. Fíate del Espíritu. Piensa en Felipe, piensa en tantos, en tantos que se fían del Espíritu. Es hermoso leer el libro de los Hechos de los Apóstoles: después de Pentecostés, las cosas que hizo el Espíritu… las cosas grandes. Y fiarse.
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«En cada Movimiento se siente fuertemente una doble exigencia: la fidelidad al carisma inicial y la necesidad de cambio y novedad para responder y cambiar las situaciones». Y la pregunta es: «¿Cómo mantener la armonía entre estas dos tensiones? ¿Cómo discernir la novedad que el Espíritu Santo sugiere acerca de la novedad que, en cambio, aleja del carisma? ¿Cómo comprender si cierta fidelidad al carisma inicial es más un endurecimiento que una verdadera fidelidad al Espíritu Santo?». 
 Esto es importante. Comprender y conocer los espíritus: «Queridos: no os fieis de cualquier Espíritu», nos dice el Apóstol. Conocer cuándo una inspiración está en armonía con el carisma inicial y cuándo no lo está. 
 Este ir más allá te permite encontrar situaciones diversas, culturas diversas, y el carisma inicial debe ser traducido por esas cultura. Pero, ¡no traicionado! Traducido. Debe ser el carisma, pero traducido. 
 Algunos señalan «Yo no quiero problemas, yo sigo el carisma inicial…». Así, llegarás a ser una hermosa exposición, un museo. Harás de vuestro Movimiento un museo de cosas que hoy no sirven. Cada carisma está llamado a crecer. ¿Por qué? Porque lleva dentro de sí el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo hace crecer. Cada carisma debe confrontarse con culturas diversas, con maneras diversas de pensar, con valores diversos. ¿Y qué hace? Se deja llevar adelante por el Espíritu Santo. Aquí debo hacer esto, aquí debo hacer esto…
¿Y cómo hacer esto? Reza, pide. La oración: sin la oración ningún Movimiento puede ir adelante. ¡Ninguno!
 Os agradezco una vez más este encuentro. Os agradezco todo lo que hacéis en la Iglesia, que es tan hermoso: ayudar a encontrar a Jesús, ayudar a que se comprenda que vivir en gracia de Dios es hermoso. ¡Es hermoso! Os agradezco mucho y os pido, por favor, que recéis por mí. Rezad por mí, porque también el Papa debe ser fiel al Espíritu Santo.
 Y ahora os imparto la bendición, pero recemos juntos a la Virgen, nuestra Madre. Dios te salve, María…
 [Bendición]
 Y no os olvidéis de aprender las siete Obras de Misericordia Corporales y las siete Obras de Misericordia Espirituales.
 Ciudad del Vaticano, 30 de Abril de 2015.-

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CURSILLOS DE CRISTIANDAD
5ª ULTREYA MUNDIAL DEL MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD
CARTA DEL PAPA FRANCISCO AL LEGADO ESPECIAL PARA LA ULTREYA, CARDENAL JOÃO BRAZ DE AVIZ
CIUDAD DEL VATICANO, 06.05.2017

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A nuestro venerable hermano
Cardenal de la Santa Iglesia Romana, JUAN BRAZ DE AVIZ,
Prefecto de la Congregación para los Institutos de vida consagrada las Sociedades de vida apostólica.
Con gran alegría, María Magdalena y la otra María fueron corriendo a anunciar los discípulos que Jesús había resucitado verdaderamente de entre los muertos (cfr. Mt 28, 1-10). Y Nos, constituidos por mandato divino como sucesor de San Pedro, observamos atentamente a todos los pueblos de nuestro tiempo, tanto a los que ya comenzaron a conocer y seguir la doctrina evangélica de Jesucristo, como a los que a ‘un anhelan quien les anuncie al Verbo divino, y con un corazón alegre les damos testimonio de la resurrección del Señor y de la esperanza de la vida eterna en Él.
Como bien sabemos, se va a celebrar muy próximamente en el Santuario de la Santísima Virgen María Reina de la Paz en Fátima, la Vª Ultreya Mundial de los Cursillos de Cristiandad. Inmensamente contentos por la celebración de este acontecimiento, nos unimos de corazón a los pastores y fieles que allí acudan, y deseamos alentarles y manifestarles nuestra benevolencia.
Por lo cual, de buen grado acogemos la petición del venerable hermano Francisco José Villas-Boas Senra de Faria Coelho, obispo titular de Plestia y Auxiliar de Braga, y del director espiritual del Instituto Mundial de Cursillos de Cristiandad (cuyas siglas son OMCC), y del Ilustre Señor Francisco Salvador, Presidente del mismo Instituto, que humildemente pidieron que enviáramos un Cardenal que Nos representara. Y Nos pensamos que tú cumplirás adecuadamente este Legado, puesto que eres un fiel y cercano cooperador Nuestro, y estás ardes en deseos de extender la fe católica. Por eso, con esta Carta te nombramos nuestro Legado Extraordinario para dicho encuentro que se celebrará solemnemente los días 4-6 del próximo mes de mayo en Fátima.
En esta preciosa misión que llevarás a cabo, presidirás en Nuestro nombre los actos litúrgicos, con tú palabra, fiel a nuestro pensamiento, iluminaras un evento de tal importancia, e igualmente darás testimonio de nuestro amor hacia todos los asistentes y les exhortaras para que esta obra apostólica de tan gran importancia sea realizada con diligencia.
Y así, venerable hermano nuestro, mientras confiamos tú Legación al Inmaculado Corazón de María, le suplicamos que vuelva benigna sus ojos a los hombres de todo el mundo, los confié a su Hijo y los colme de inconmensurable consolación espiritual.
Finalmente, queremos que, en nuestro nombre, impartas de corazón una particular Bendición Apostólica a todos los que participen en este encuentro y a cada una de sus comunidades y naciones, la cual sea anuncio de la gracia celeste y testigo de nuestro afecto, teniendo como intercesora a la Reina de la Paz de Fátima.
FRANCISCO
En el Palacio Vaticano, 24 de abril del año 2017, quinto de nuestro pontificado.

CURSILLOS DE CRISTIANDAD
16º ENCUENTRO INTERAMERICANO DEL MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD
MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO A LOS PARTICIPANTES EN EL XVIº ENCUENTRO INTERAMERICANO DEL GLCC
TALCA, CHILE, 15.10.2017

 

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A MONS. HORACIO DEL CARMEN VALENZUELA ABARCA, OBISPO DE TALCA, CHILE
EL PAPA FRANCISCO SALUDA CON AFECTO A LOS ORGANIZADORES Y PARTICIPANTES EN EL XVI ENCUENTRO DEL GRUPO LATINOAMERICANO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD, CON LA ESPERANZA DE QUE ESTAS JORNADAS DE ORACION Y DE COMUNION SEAN UNA OPORTUNIDAD PRIVILEGIADA PARA PROFUNDIZAR EN SU EXPERIENCIA DE FE Y DE AMISTAD CON DIOS, Y EN SU DESEO DE DARLO A CONOCER A TODOS LOS HOMBRES. 
AL MISMO TIEMPO, LOS ANIMA A CRECER CADA DIA EN UNA AUTENTICA VIDA DE ORACION QUE LES AYUDE A MANTENER VIVO EL FUEGO DEL ESPIRITU QUE REJUVENECE EL CARISMA E IMPULSA A IR SIEMPRE "MAS ALLA", PARA QUE TODOS PUEDAN COMPRENDER QUE HERMOSO ES ENCONTRAR A JESUS Y VIVIR EN GRACIA DE DIOS.
 EL SANTO PADRE LES PIDE TAMBIEN QUE NO DEJEN DE REZAR POR EL Y POR SU SERVICIO A LA IGLESIA, A LA VEZ QUE, INVOCANDO LA INTERCESION DE LA VIRGEN MARÍA SOBRE TODOS LOS PRESENTES, SUS FAMILIARES Y DEMÁS MIEMBROS DEL MOVIMIENTO, LES IMPARTE LA IMPLORADA BENDICION APOSTOLICA.

CARDENAL PIETRO PAROLI N
SECRETARIO DE ESTADO DE SU SANTIDAD

 CIUDAD DEL VATICANO, 10 DE OCTUBRE DE 2017